Madrid, 26 jun (Adrián Alba y Ramiro Fuente |  EFE).-

¿Qué verificamos?

Un colegio de médicos ha difundido en España una carta que describe la vida en la UCI de un paciente con COVID-19 para concienciar a la población sobre el coronavirus tras la desescalada.

Conclusión

El texto no procede de ningún colegio de médicos y circula al menos desde abril en varios países de América Latina de forma anónima o atribuido a distintas instituciones médicas.

Ningún colegio oficial de médicos español es el autor de una carta o comunicado para concienciar sobre la necesidad de mantener las medidas preventivas frente a la pandemia de COVID-19 que se ha difundido en redes sociales, tanto en España como en América Latina, y en la que destaca la cruda descripción de la vida de un paciente intubado en una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).

Desde hace semanas, circula entre usuarios españoles de Facebook y Twitter, así como en grupos de WhatsApp, un escrito atribuido a un indeterminado «Colegio de Médicos» en el que se alerta a la población sobre la necesidad de no relajar las medidas preventivas contra el coronavirus y, para ilustrar la gravedad que puede suponer un contagio, describe las condiciones de vida de un paciente con respiración artificial.

«Queremos hacer un llamamiento al sentido común de las personas que han tomado el desconfinamiento como si se hubiese terminado la pandemia». Así empieza el texto, que, tras reclamar «el uso de mascarillas, guantes y distancias de seguridad», advierte de que «infectarse del coronavirus no es un resfriado común» y enumera una serie de síntomas que culminan con «opresión en el pecho como si se te fuera la vida».

Entonces «llega lo peor: Necesitas reanimación». Esta afirmación abre paso a la segunda parte del escrito, una cruda descripción de lo que supone la «ventilación invasiva» para un enfermo de COVID-19 ingresado en una UCI, inmóvil durante «2 o 3 semanas», «muchas veces boca abajo», intubado «hasta la tráquea» en «coma inducido» y con un tratamiento que puede provocar «traumatismos de la boca o de las cuerdas vocales».

El origen son textos anónimos que se remontan a abril

En realidad, ningún colegio de médicos español es autor de esta carta, que otros mensajes en redes y distintas webs atribuyen también a instituciones médicas de países latinoamericanos y cuyo rastro se remonta a la primera quincena de abril con la difusión de una parte del texto, la que describe los efectos de la ventilación mecánica invasiva, en países de América del Sur y Centroamérica.

Ante la difusión en redes y en webs locales de esta supuesta carta del «Colegio de Médicos», distintos colegios oficiales de médicos españoles se vieron obligados a advertir en sus respectivas cuentas de Twitter de que no tenían nada que ver con ella.

El primero en hacerlo fue el Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Madrid (Icomem), que alertó en Twitter el 24 de mayo de que nada tenía que ver con ese texto, a pesar de que se estaba difundiendo en su nombre. La vispera, esa institución había publicado en su web un comunicado donde pedía a los madrileños «que no relajen los hábitos de conducta e higiene para evitar contagiarse o convertirse en transmisores del virus».

Pero el texto se viralizó por toda España y fue recogido por digitales locales de distintos puntos del país, de modo que también optaron por desmentir su autoría los colegios oficiales de médicos de Málaga (27 de mayo), Córdoba (1 de junio), Las Palmas de Gran Canaria (16 de junio), Navarra y Albacete (ambos el 19 de junio).

Asimismo, al Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (Cgcom) no le consta «que ningún colegio haya hecho este envío de mensajes», según han confirmado a EFE fuentes de esta institución, que han publicado además en Twitter un desmentido en el mismo sentido: «Desde ningún colegio de médicos de España se ha difundido».

La carta recorrió América Latina con distintos autores

Pero el rastro de la supuesta carta llega también a América. Entre otros ejemplos, el mismo texto aparece también a principios de junio como un supuesto comunicado de un colegio de médicos en webs de Argentina y Uruguay. Y por esas mismas fechas hay páginas que lo atribuyen a médicos del Hospital Militar de La Habana, mientras que otras adjudican la autoría a médicos de la UCI del Hospital Militar de Bogotá.

Semanas antes, el 17 de mayo, el mismo texto aparece en cuentas de Twitter y alguna web atribuido a médicos de la Universidad Central de Venezuela (UCV). EFE se puso en contacto con esta institución venezolana, pero no ha recibido respuesta.

Se desconoce el origen exacto de este escrito. En cualquier caso, la segunda parte de la supuesta carta, donde se describen el tratamiento y las secuelas de un enfermo de COVID-19 ingresado en una UCI con ventilación mecánica, aparece en webs y mensajes de Facebook publicados en abril en diferentes países: México, Guatemala, El Salvador, Honduras, Perú, Chile…

Estos mensajes -el más antiguo de los encontrados fue publicado desde Chile el 11 de abril- ya no se atribuyen a organizaciones o colectivos de médicos. Por el contrario, se presentan como textos anónimos compartidos y suelen empezar con la frase: «Se habla de reanimación o ventilación, pero mucha gente no sabe de lo que de verdad se trata».

Así es la vida en la UCI de un paciente de COVID-19

En cuanto a la veracidad de esta descripción del tratamiento médico que se aplica a enfermos de COVID-19 en una UCI, en líneas generales sí se atiene a la realidad, aunque la forma de expresarlo no sea siempre la más adecuada, según explica a EFE la doctora Candelaria de Haro, coordinadora del Grupo de Trabajo de Insuficiencia Respiratoria Aguda de la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (Semicyuc).

La doctora De Haro descarta por completo que este texto pueda haber sido escrito o difundido por un colegio de médicos, si bien precisa que «su contenido global no dice nada que no sea cierto».

La intubación sí se realiza con anestesia general, el tiempo que el paciente debe permanecer sin moverse de la cama puede variar entre unos pocos días y uno o dos meses, según el enfermo (el escrito lo calcula en «dos a tres semanas») y también es cierto que el enfermo, como asegura el texto, debe estar «muchas veces boca abajo (decúbito prono) con un tubo hasta la tráquea».

Con el fin de suplir la función pulmonar, se somete al paciente a sesiones boca abajo que duran entre 16 y 24 horas, para que, con ese cambio postural, mejore la distribución del aire y la sangre en los pulmones. Si la oxigenación no disminuye al volver a estar boca arriba, pueden permanecer en esa posición; en caso contrario, se repite la sesión.

La intubación cambia al cabo de unos días para evitar traumatismos

Sobre la afirmación de que «durante el tiempo que el paciente necesite la máquina para respirar estará en un coma inducido», la doctora De Haro indica que «no es del todo cierto» y precisa que hay fases en las que los enfermos pueden estar despiertos y empezar a hacer fisioterapia, con el objetivo de frenar la pérdida de masa muscular.

Aunque apunta que sería aventurado confirmar si es cierto que «en 20 días con este tratamiento, un paciente joven llega a tener una pérdida de masa muscular de un 40 %», como afirma el texto, sí advierte de que, efectivamente, estar ingresado en una UCI con una enfermedad grave con muchos sedantes provoca «una pérdida de masa muscular clara e incluso muchas secuelas a nivel cognitivo».

¿También se producen «traumatismos de la boca o de las cuerdas vocales», como asegura ese escrito? La doctora aclara que eso «no es del todo cierto» y puntualiza que, para evitar esos efectos, la intubación a través de la boca se retira al cabo de unos días (entre diez y quince) para sustituirla por una cánula más pequeña directamente en la tráquea mediante una traqueostomía.

Respecto a la afirmación de que «por esta razón las personas ancianas o ya frágiles no aguantan», la coordinadora del Grupo de Trabajo de Insuficiencia Respiratoria Aguda de la Semicyuc explica que ese tipo de pacientes, el habitual en las residencias, si han alcanzado tal nivel de gravedad que precisan ventilación mecánica, no llegan a ingresar en una UCI porque no podrían superarlo.

Fuentes:

– Fuentes del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos.

– Doctora Candelaria de Haro, coordinadora del Grupo de Trabajo de Insuficiencia Respiratoria Aguda de la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (Semicyuc).

– Cuenta en Twitter y web oficial del Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Madrid (Icomem).

– Cuentas en Twitter de los colegios oficiales de médicos de Málaga, Córdoba, Las Palmas de Gran Canaria, Navarra y Albacete.