Madrid, 24 abr (Miguel Ángel Moreno | EFE).-

¿Qué verificamos?

Se ha demostrado que la COVID-19 no es neumonía, sino trombosis, por lo que el tratamiento que reciben los pacientes es erróneo.

Conclusión

No es cierto. La trombosis es una complicación que puede provocar el coronavirus en fases avanzadas, pero la primera manifestación de la enfermedad suele ser la neumonía.

La trombosis puede ser una complicación de la COVID-19, pero no es su causa, como afirman mensajes y vídeos difundidos estos días por WhatsApp y redes sociales, en los que se asegura que la enfermedad no consiste en una infección que provoca neumonía, sino en una «coagulación intravascular diseminada».

Un extenso mensaje que se ha hecho viral a través de WhatsApp alerta de que «a nivel mundial se está atacando mal» la COVID-19, provocada por el coronavirus SARS-CoV-2, ya que, según autopsias realizadas en Italia «no es neumonía, sino coagulación intravascular diseminada» (CID).

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El texto, a su vez, tiene su origen en un vídeo en el que el médico hondureño Daniel Dávila Nolasco explica por qué considera que el diagnóstico que se está aplicando contra la Covid-19 es erróneo, una grabación reproducida en algunos medios del país centroamericano y viralizado también en Facebook.

Según esta tesis, compartida múltiples veces durante los últimos días en a través de WhatsApp y redes sociales, «nunca se necesitaron los ventiladores mecánicos» ni las unidades de cuidados intensivos, porque la enfermedad debe tratarse con «antibióticos, antiinflamatorios y anticoagulantes».

El mensaje añade a lo expuesto en el vídeo otros detalles, como un «remedio casero» contra la COVID-19 a base de aspirinas disueltas en zumo de limón hervido y con miel, una supuesta receta milagrosa que también se ha compartido con éxito a través de un video viral en Facebook, acompañado del texto original.

La trombosis puede ser la consecuencia final

La tesis que presenta la coagulación intravascular como origen del COVID-19 es falsa. En el mejor de los casos se trata de un mensaje engañoso, porque la trombosis es una complicación que sí se puede provocar como consecuencia de la infección por coronavirus en fases avanzadas, pero es la afectación pulmonar la forma más frecuente de presentación de esta enfermedad.

Es «una manipulación de la información con una interpretación», subraya, en declaraciones a EFE, el presidente de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), Ángel Cequier.

La coagulación intravascular diseminada (CID) es una complicación que suele manifestarse en los estadios finales de varias situaciones como una infección muy severa, un quemado muy intenso o una sepsis.

«Y, lógicamente, en la Covid-19, con todo lo que provoca, algunos pacientes lo desarrollan; pero no es la causa», explica el presidente de los cardiólogos españoles, antes de insistir: «Al contrario, es la consecuencia final de situaciones que colocan al organismo en un escenario tremendamente complejo».

Por su parte, el doctor Francisco Javier García Pérez, neumólogo del Hospital Universitario de La Princesa y vocal de la Junta Directiva del Colegio Oficial de Médicos de Madrid, precisa que la CID se produce «como consecuencia de una infección sistémica» que suele ser «una complicación clásica de las infecciones bacterianas», pero también se produce por la COVID-19.

La neumonía es lo primero y hacen falta retrovirales

Así, la coagulación puede ser una consecuencia de la infección por coronavirus y puede que haya «más incidencia de trombosis en sus diversas manifestaciones», pero eso no indica, según advierte este neumólogo, que se tengan que dejar de utilizar los medicamentos retrovirales. Por el contrario, siguen siendo «fundamentales en los protocolos de tratamiento» del COVID-19.

En todo caso, la neumonía sigue siendo la principal manifestación y el aislamiento es necesario. Por ello, es «totalmente falso» que la Covid-19 no sea neumonía, según destaca el cardiólogo Cequier.

La neumonía es precisamente «la primera complicación» que suele presentar la enfermedad y el nivel de saturación de oxígeno es una de las principales señales para aconsejar el ingreso, argumenta el presidente de la Sociedad Española de Cardiología.

«Cuando se producen casos graves, la forma más frecuente de presentación es la neumonía bilateral con insuficiencia respiratoria grave», recalca además el neumólogo Francisco Javier García, quien deja claro que tanto el ingreso en la UCI como el uso de respiradores son «fundamentales para salvar la vida de los pacientes».

«La vuelta a la vida normal dependerá del control de la infección y de la evolución de la pandemia; no tiene nada que ver la presencia de trombosis», concluye el vocal de la Junta Directiva del Colegio de Médicos de Madrid, que también forma parte de su Consejo Científico.

Fuentes:

-Ángel Cequier, presidente de la Sociedad Española de Cardiología (SEC).

-Francisco Javier García Pérez, neumólogo del Consejo Científico del Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Madrid (Icomem) y vocal de su Junta Directiva.

– «Doctor Dávila alerta sobre nuevo manejo a pacientes de COVID usado en Italia tras erróneo diagnóstico inicial». Proceso Digital. 2 de abril de 2020.

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