Madrid, 27 jul (Fernando Labrador I EFE).-

¿Qué verificamos?  

En las mascarillas pueden crecer bacterias perjudiciales y provocar infecciones, por lo que es mejor no usarlas.  

Conclusión  

Las mascarillas tienen que ser renovadas o desinfectadas para evitar que proliferen bacterias y surjan infecciones, pero con un buen uso son una herramienta eficaz frente al coronavirus.

El vídeo de una farmacéutica que alerta de que pueden crecer bacterias en las mascarillas está siendo compartido por quienes aseguran que es mejor no usar esta prenda para prevenir contagios. Sin embargo, las mascarillas siguen siendo una de las barreras más eficaces frente a la COVID-19 si se utilizan correctamente.

Marisa García Alonso, que también es analista clínica, compartió el 17 de julio en su cuenta de Instagram un vídeo en el que muestra cultivos bacterianos que han crecido en varias mascarillas después de un uso prolongado.

El vídeo, que ha sido visto por más de 105.000 personas en su cuenta de Instagram, es la segunda parte de otro anterior en el que García Alonso comenzaba su análisis de las improntas de varias mascarillas en placas de Petri de agar sangre. Por eso, en el segundo se limita a mostrar los resultados, que incluyen “staphylococcus, streptococcus, neiserias, bacillus que parecen ser contaminantes”, explica.

Este vídeo ha sido compartido en otras redes sociales por detractores de las normas sanitarias que recomiendan u obligan al uso de mascarillas como método de defensa ante los contagios de coronavirus.

Más de 5,3 millones de personas han visto en Facebook el mensaje de un médico asturiano que comparte las imágenes de la farmacéutica, con este encabezado: “Esto es lo que cultivas en tu mascarilla, según el tiempo que la uses. Yo le echaría una muestra en el café a los miembros del gobierno. Pero, vamos, que quien crea que la mascarilla en interiores o exteriores salva vidas, es muy libre de creerlo”.

Desde Andalucía, otra cuenta de Facebook ha publicado el vídeo y ha tenido más de 700.000 visualizaciones, con este otro encabezado: “Video Super IMPORTANTE!!!! Esto es lo que llevas pegado en la boca todo el día!!!!! Cuando lo veáis entero me decís si las mascarillas protegen o enferman!!!”.

En Twitter han compartido el vídeo varias cuentas, con mensajes diferentes e incluso alejados de lo contenido en la grabación, como este: “Las mascarillas importadas de China traen bacterias. El uso de las mismas las convierte en acumuladoras de virus. En este video se muestra científicamente como vienen ya contaminadas y como las ya usadas mantienen bacterias”.

Marisa García Alonso publicó de nuevo en su cuenta de Instagram el martes 21 otro vídeo en el que da las gracias por la repercusión de su experimento y en el que lamenta que haya sido utilizado para otros fines diferentes. En este sentido, explica que su intención era demostrar que “el uso continuado de mascarillas sin cambiarlas o sin lavarlas puede tener como consecuencia un sobrecrecimiento bacteriano en nuestra boca”, y añade que podría ocurrir algo similar si no se lava la ropa interior, “como si no te cambias de bragas”.

Yo no estoy en contra de usar mascarillas, hay que usarlas con sensatez”, aclara la farmacéutica, quien recomienda usarlas lavables para “no contaminar tanto el planeta”.

Uso de mascarillas

María del Mar Tomás, portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC) y microbióloga e investigadora del Hospital A Coruña, explica a Efe que en la literatura científica “no se han descrito estudios de incremento de infecciones bacterianas o víricas asociadas al uso correcto de mascarillas, aunque se requieren más estudios al respecto en relación a la variedad de mascarillas utilizadas en la comunidad”.

Por su parte, David Díaz Pérez, coordinador del área de Enfermería Respiratoria de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), señala a Efe que si bien “cualquier tipo de mascarilla se puede comportar como vector de transmisión de patógenos” esto no es óbice para que “sin duda” la mascarilla sea “un elemento importantísimo para frenar la transmisión del coronavirus y otros virus respiratorios que tendrán presencia importante en el próximo invierno como el virus de la gripe”.

Según indica Díaz existen estudios científicos sobre la importancia del correcto uso y mantenimiento de los diferentes componentes de protección individual en el entorno de centros sanitarios y sus conclusiones “se pueden extrapolar a la población para indicarles medidas preventivas de contagio”.

En los entornos sanitarios, el número y tipos de patógenos presentes son infinitamente mayores a entornos no sanitarios, pero esto no exime a la población general de un comportamiento que minimice riesgos ya que hay población vulnerable”, añade.

En ese sentido, Tomás cree que “el uso de máscaras faciales en público puede servir como un medio de control de la fuente para reducir la propagación de la infección en la comunidad al minimizar la excreción de gotitas respiratorias de individuos infectados que aún no han desarrollado síntomas o que permanecen asintomáticos”.

Y lo argumenta en que “las mascarillas han sido utilizadas extensamente en la población en países asiáticos, por ejemplo China, Singapur, Corea del Sur y Japón y su uso se ha relacionado con una ligera reducción en el riesgo de SARS en personas sin contacto conocido con pacientes de SARS durante la epidemia de 2003”. Entre otros trabajos, la portavoz de la SEIMC cita uno sobre el uso de la mascarilla por el 76 % de la población en Hong Kong durante la epidemia de SARS y otro en China en el que se asoció el uso de máscara facial con un menor riesgo de SARS entre personas sin contacto conocido con pacientes con SARS.

Neumococos

Ni en la SEIMC ni en la SEPAR tienen constancia de que se haya producido un aumento de casos de infección por neumococos u otras bacterias desde que las mascarillas son más usadas, en los últimos meses.

María del Mar Tomás sostiene que “hasta la fecha no hay evidencia” científica de que las mascarillas utilizadas de forma correcta produzcan un incremento de infecciones bacterianas o virales de la vía aérea superior o inferior, como la neumonía.

David Díaz cree asimismo que “no existen estudios de calidad que permitan establecer una relación de uso de mascarilla con infección por otros patógenos, como el neumoco (streptococcus pneumoniae)”. Esta es una bacteria que «se puede encontrar en la boca y la faringe de las personas sanas, sobre todo en niños y en personas mayores de sesenta años”, cuya “transmisión es a través de gotas de saliva, similar al coronavirus”, por lo que, por tanto, puede suponerse “que el uso de la mascarilla sirve para frenar la transmisión de esta bacteria”. Además, recuerda que existe vacunación antineumocócica.

Riesgo de infecciones

Javier García, neumólogo del Hospital Universitario de La Princesa de Madrid y vocal de Atención Especializada y Hospitales del Colegio Oficial de Médicos de Madrid (Icomem), dice a Efe que “la mascarilla no es algo aséptico” y también puede verse afectada por los microorganismos.

Así, explica que “en las secreciones de la nariz y la boca hay gérmenes habituales” que pueden contaminarlas, pero “no nos causarán problemas salvo que tengamos el sistema inmunológico muy debilitado”. Según García, la mascarilla no nos causará infecciones “si la cambiamos con frecuencia”.

Díaz Pérez advierte de que “el uso inadecuado de la mascarilla hace que este elemento se convierta en un vector de transmisión tanto para la persona que la lleva como para la comunidad”. Por ello, “se deben cumplir las recomendaciones del fabricante de cada mascarilla”.

“Sin duda, abogamos por el uso obligatorio de la mascarilla en población general tanto en espacios abiertos, se pueda o no mantener la distancia física de seguridad, así como en entornos cerrados, ya que incluso peor que tener una mascarilla sucia o en malas condiciones es no llevar mascarilla”, subraya el representante de la Sociedad de Neumología.

Puntualiza que ello “no justifica que la población haga un uso inadecuado de las mascarillas”.

De hecho, desde la Sociedad de Enfermedades Infecciosas, su portavoz apunta que no cambiar los cubrebocas desechables podría poner en peligro el efecto protector e incluso aumentar el riesgo de infección por COVID-19.

También señala que “las máscaras no son tan efectivas como lavarse las manos” frente al coronavirus y advierte de que algunas de las de tela pueden tener poros grandes, de más de 80 micras (μm), cuando el diámetro del virus SARS-Cov-2 es de aproximadamente 0,12 μm.

Desinfección de mascarillas

En un nuevo vídeo publicado el viernes 24, la farmacéutica García Alonso explica qué métodos usó para desinfectar mascarillas en las que halló cultivos bacterianos y muestra los resultados de ese segundo experimento.

Así, para la primera empleó ozono; para la segunda usó una lavadora con agua a 60 grados; para la tercera utilizó un proyector con luz ultravioleta; y la cuarta mascarilla la sumergió en una solución de dióxido de cloro (CDS). Las cuatro veces tuvo éxito y eliminó todos los gérmenes.

En un quinto caso no logró una eliminación total: fue al rociar la placa con un espray con alcohol, si bien era la muestra más contaminada (una mascarilla quirúrgica usada durante cuatro días seguidos) y, dice, no echó tampoco mucho espray.

Usar la lavadora a 60 grados es una de las recomendaciones que da el Ministerio de Sanidad en esta guía para la desinfección de mascarillas.

La Asociación de Empresas de Equipos de Protección Individual (Asepal) recuerda que deben ser respetadas las duraciones máximas de uso para cada tipo de mascarilla, según las especificaciones de cada fabricante. “Hay que ser conscientes que las mascarillas no duran siempre ni son efectivas de por vida, desde Asepal desaconsejamos darles un segundo uso dándoles la vuelta o incumpliendo las recomendaciones explicadas”, ha indicado la asociación en una guía básica de uso.

La portavoz de la SEIMC indica que las desinfecciones más recomendables son por irradiación germicida ultravioleta, mediante peróxido de hidrógeno vaporoso o bien por calor húmedo (lavado con detergente normal y agua a temperatura entre 60 y 90 grados en un ciclo normal de lavadora).

Para el coordinador de enfermería respiratoria de la Separ, el proceso más recomendable es el ciclo de lavado completo en lavadora a 60º de temperatura con el detergente habitual, sin productos de limpieza que no estén recomendados por el fabricante.

Además, es bueno que la mascarilla se seque al aire en las siguientes dos horas tras el lavado y no en el horno, en el microondas o en secadoras, porque podría dañarse el tejido.

Las mascarillas reutilizables (de cualquier marca y etiquetadas con el código de la normativa que las regula, EN0065) deben mantener su eficacia de filtrado al menos 5 lavados, recuerda Díaz, así como que las no reutilizables se deben desechar dentro de una bolsa en el contenedor de basura convencional tras su uso (4-6 horas si son higiénicas o quirúrgicas u 8 horas si son autofiltrantes) o si se observa que están sucias, rotas o que la persona que la lleva no respira con la misma facilidad que al principio de ponérsela.

Fuentes:

María del Mar Tomás, portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC) y microbióloga e investigadora del Hospital A Coruña.

David Díaz Pérez, coordinador del área de Enfermería Respiratoria de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR).

Javier García, neumólogo del Hospital Universitario de La Princesa de Madrid y vocal de Atención Especializada y Hospitales del Colegio Oficial de Médicos de Madrid (Icomem).

Recomendaciones sobre desinfección de mascarillas reutilizables del Ministerio de Sanidad

Reporte técnico sobre el uso social de mascarillas publicado el 8 de abril por el Centro Europeo de Prevención y Control de Enfermedades (ECDC)

Documento sobre desinfección y reutilización de mascarillas publicado el 30 de abril por el Centro de para el Control de Enfermedades y Prevención (CDC) del Gobierno estadounidense.

Recomendaciones sobre uso de las mascarillas de la Asociación de Empresas de Equipos de Protección Individual (Asepal).