Bogotá, 26 oct (Alejandro Rincón Moreno | EFE).-

¿Qué verificamos?

Una foto prueba que la caravana indígena reivindicativa dejó la calle llena de basura a su paso por Bogotá.

Conclusión

La imagen no fue captada este mes de octubre en la capital colombiana, sino en diciembre de 2019 en Buenos Aires tras la toma de posesión de Alberto Fernández como presidente de Argentina.

La foto de una calle llena de basura viralizada en redes sociales como supuesta prueba del estado en que quedó Bogotá por el paso de la caravana indígena que reclamaba el fin de la violencia en realidad una imagen tomada en Buenos Aires tras las celebraciones de 2019 por la jura de Alberto Fernández como presidente argentino.

Dos publicaciones en Facebook que suman en total unas 450.000 visualizaciones en menos de cinco días atribuyen a la caravana indígena colombiana conocida como «minga» la escena nocturna que se contempla en la fotografía: una intersección vial, en el centro de una ciudad, repleta de botellas de plástico, latas vacías y otros desechos esparcidos por el suelo.

«La hipocresía en su máximo, la Minga cuidando la Madre Tierra», afirma el autor de una de las publicaciones, mientras que en la otra se puede leer el siguiente mensaje: «Y eso que la alcaldesa consentidora había dispuesto de todo, incluso contenedores para reciclaje. Pero ahora va a decir que es culpa de Duque» (En alusión a Iván Duque, presidente de Colombia).

Celebraban en la Plaza de Mayo la llegada de Alberto Fernández

En realidad, esta instantánea no muestra el estado de Bogotá tras el paso de la masiva caravana de pobladores de la comunidad nasa, originaria del departamento del Cauca (suroeste de Colombia), sino que corresponde a los restos dejados tras las celebraciones por la toma de posesión del actual presidente argentino el año pasado.

Por medio de una búsqueda inversa, la imagen conduce precisamente a reportes de la prensa argentina que registran cómo quedó la icónica Plaza de Mayo, escenario de históricas manifestaciones y frente a la que se alza la Casa Rosada, sede del poder ejecutivo, tras las celebraciones de los partidarios del peronista Alberto Fernández por su jura como nuevo presidente del país.

Según el crédito atribuido por el diario Clarín, la fotografía originalmente forma parte de un conjunto de instantáneas compartidas en Twitter por el senador de la provincia de Entre Ríos Alfredo de Angeli el 11 de diciembre de 2019, un día después del inicio del actual periodo presidencial.

«Así amaneció la plaza después de los festejos. ¿Mejores que antes?», escribió entonces el también dirigente rural argentino y opositor declarado al actual mandatario junto a las cuatro primeras fotos que publicó en esa red social para denunciar la acumulación de basura y el mal estado del césped tras las celebraciones por la llegada de Fernández a la Casa Rosada.

También una visita a través de Google Street View permite corroborar que el lugar retratado corresponde a un punto de la calle Bolívar, en el lateral de la plaza, desde donde se puede ver el Consejo de la Magistratura y, a la derecha, parte de la fachada blanca del Cabildo de Buenos Aires.

Además, las mangas cortas de algunos transeúntes no son compatibles con el clima de octubre en una ciudad como Bogotá, a 2.630 metros sobre el nivel del mar.

«Horas de trabajo de limpieza» antes de abandonar Bogotá

Tampoco coincide la imagen con el comportamiento ordenado de los representantes indígenas que resaltaron las autoridades bogotanas, entre ellas la alcaldesa Claudia López, quien en Twitter celebró que los participantes en la caravana reivindicativa hubieran devuelto a la alcaldía el Palacio de los Deportes «en las mismas condiciones» que se lo cedieron para que pudieran instalar allí sus carpas.

El secretario de Gobierno de la Alcaldía, Luis Ernesto Gómez, destacó asimismo que los representantes indígenas habían hecho entrega de esas instalaciones «tras horas de trabajo de limpieza».

Los manifestantes durmieron allí tres noches durante su estancia en la capital colombiana y, antes de abandonar la ciudad en las «chivas« (autobuses tradicionales y coloridos propios de las zonas montañosas del país) en las que habían llegado, realizaron labores de limpieza para entregar a la alcaldía el lugar en orden, tal como lo recibieron.

Los miles de indígenas del suroeste de Colombia participantes en la «minga» («trabajar juntos por un fin común», en lengua quechua) llegaron el pasado día 18 a la capital colombiana procedentes de Cali y al día siguiente protagonizaron una multitudinaria concentración en la Plaza de Bolívar, centro del poder político, para plantear sus demandas al presidente Duque, con quien no lograron reunirse.

Entre otras reivindicaciones, los indígenas reclamaban medidas para acabar con la violencia que azota la región del suroeste del país en la que viven y pedían al Gobierno colombiano que cumpliera el acuerdo de paz que firmó con las FARC en 2016.

Tras el amplio apoyo recibido en las calles bogotanas, los participantes en la «minga» -según sus líderes, cerca de 7.000- se sumaron a las manifestaciones organizadas por sindicatos y movimientos sociales contra la política del Gobierno y la mayoría de ellos regresaron el día 21 a sus territorios de origen.

Fuentes:

Cuenta en Twitter del senador argentino Alfredo Luis de Angeli.

Cuenta en Twitter de la alcaldesa de Bogotá, Claudia López.

Cuenta en Twitter del secretario de Gobierno de la Alcaldía, Luis Ernesto Gómez.

– Informaciones de EFE sobre la presencia en Bogotá de la caravana indígena procedente del suroeste de Colombia.