EFE I Madrid
¿Qué verificamos?
La muerte de decenas de palomas en Barcelona está relacionada con una antena de 5G.
Conclusión
Las necropsias realizadas a las aves apuntan a un posible envenenamiento por ingesta de insecticidas. La hipótesis de que las radiofrecuencias de 5G pueden afectar a las aves carece de fundamento científico.
El hallazgo de decenas de palomas muertas en las inmediaciones del Hospital Clínic de Barcelona no está relacionado con una antena de 5G, una hipótesis que no contempla el Ayuntamiento cuya investigación se centra en un posible envenenamiento.
En las últimas semanas varios mensajes de Twitter y Facebook han reproducido una fotografía en la que se puede ver una decena de palomas inertes sobre un pavimento de baldosas cuadradas con ornamento floral características de Barcelona.
Esos mensajes añaden un texto en el que se señala: «Palomas muertas cerca de una antena 5G en Barcelona…».
Palomas muertas cerca de una antena 5G en Barcelona… pic.twitter.com/gYmW2PD5qO
— Ale_Gsl (@ale_gsl) December 11, 2020
Algunas respuestas a estas publicaciones muestran la preocupación de los internautas por la proliferación de dispositivos que utilizan la señal 5G, denominación de la quinta generación de tecnologías de telefonía móvil.
Las necropsias apuntan al envenenamiento
Tras las necropsias realizadas a las palomas muertas, el Ayuntamiento de Barcelona apunta a un posible envenenamiento como principal hipótesis de investigación de las causas de estos hechos, mientras que expertos en radiofrecuencias niegan la viabilidad de que el 5G haya motivado el incidente.
La imagen difundida recientemente se corresponde con una fotografía captada en el cruce de las calles Casanova y Provença, cerca del Hospital Clínic y del Mercado del Ninot, el 26 de marzo.
Poco después, comenzaron a circular en redes sociales y servicios de mensajería telefónica imágenes de este incidente.
En Twitter se puede ver un vídeo publicado el 5 de abril grabado en el mismo lugar.
Palomas muertas en Barcelona durante la cuarentena. pic.twitter.com/78EbPWTHhn
— Un hombre de negro (@Unhombredenegr1) April 5, 2020
El Ayuntamiento de Barcelona informa a EFE de que el mismo 26 de marzo recibió unas fotografías captadas en la dirección mencionada.
Una investigación archivada
La Guardia Urbana levantó actas del incidente y se avisó de los hechos al Cuerpo de Agentes Rurales (CAR) de la Generalitat.
Los servicios de limpieza municipales recogieron 70 palomas el día 26 y tres más el 27.
El Consistorio mandó muestras al Centro de Investigación de Sanidad Animal (CRESA) de la Generalitat para que fueran analizadas.
De las necropsias y otras pruebas se encargaron los veterinarios asociados al Centro de Recuperación de Torreferrussa del Departamento de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat de Cataluña.
La conclusión de estos análisis es que estas muertes no habían sido causadas por ninguna enfermedad vírica asociada a las aves, dolencia parasitaria ni traumatismo.
El Ayuntamiento explica que los informes toxicológicos confirman la presencia de «insecticidas de elevada toxicidad en altas concentraciones (utilizados habitualmente por envenenamiento de fauna)».
Por ello, «se concluye que las causas de los brotes de mortalidad han sido debidas a una intoxicación por ingesta de estos insecticidas».
La Guardia Urbana y los Agentes Rurales iniciaron una investigación para identificar a los responsables del envenenamiento que ha sido archivada.
No obstante, se pusieron a disposición de juez los resultados de los análisis toxicológicos, las imágenes captadas del lugar de los hechos y las pruebas recabadas en la zona por patrullas de paisano.
Esta información también se compartió con la Policía Local de Badalona, donde se había registrado un incidente similar.
La relación con el 5G, sin fundamento científico
El director científico del Comité Científico Asesor de Radiofrecuencias y Salud (CCARS), Francisco Vargas, explica en declaraciones a EFE que no le consta que haya «ningún estudio publicado que asocie ninguna mortalidad en ningún ave a la implantación de antenas ni de 2G, ni de 3G, ni de 4G, ni de 5G».
Este epidemiólogo expone que una muerte tan repentina y masiva lleva a pensar en «una hipótesis toxicológica» y descarta la posibilidad de que se deba a la exposición a radiofrecuencias.
«Las frecuencias y los niveles de intensidad de las antenas, incluso las de 5G, son extremadamente bajas», indica Vargas, quien recuerda que esta tecnología móvil va a ocupar próximamente la señal de 700 hercios de la Televisión Digital Terrestre (TDT).
Para el director científico del CCARS es «muy raro» que «de repente se produzca esa mortalidad» por el 5G cuando hasta ahora las palomas y otras aves han estado expuestas a las frecuencias de la misma intensidad de la TDT sin que se haya producido ningún episodio parecido.
También recalca que las emisiones de radiofrecuencias están reguladas por el Real Decreto 1066 del año 2001, que «obliga a mantener unos niveles de exposición aceptables y seguros» para cualquier ser vivo, por lo que no ve «ningún fundamento científico» en la relación causal que se ha pretendido establecer entre las muertes de estas palomas y el 5G.
Asimismo, la Unión Europea establece unos niveles máximos de exposición a redes móviles que son 50 veces inferiores a los límites a partir de los cuales se puede ver afectada la salud.
La citada falta de evidencias científicas y la investigación policial puesta a disposición del juez que apunta a un envenenamiento por insecticidas indican que las insinuaciones que relacionan la muerte de estas aves con el 5G no guardan ninguna relación con los hechos conocidos.
Fuentes:
-Ayuntamiento de Barcelona.
-Francisco Vargas, director científico del Comité Científico Asesor de Radiofrecuencias y Salud (CCARS).
–Real Decreto 1066/2001 de condiciones de protección frente a emisiones radioeléctricas.
-La información La UE no ha confirmado que el 5G sea perjudicial para la salud, de EFE Verifica.