Madrid, 21 ene (EFE).- Mientras la vacuna contra la covid-19 comienza a administrarse, continúan circulando bulos «antivacunas» para inocular el miedo. Estos son algunos de los mensajes falsos que intentan desacreditar en las redes a los fármacos que generarán inmunidad contra el nuevo coronavirus.

Bolivia no ha pagado cuatro veces más que los demás países por la vacuna rusa contra el coronavirus

Es falso que el Gobierno boliviano de Luis Arce haya pagado por las vacunas rusas contra la covid-19 cuatro veces más que otros países, como afirman mensajes difundidos en redes sociales que manipulan el precio real de este fármaco, comercializado como Sputnik V.

En los últimos días ha circulado en Facebook (1 y 2) y en Twitter un mensaje donde se acompaña la imagen de una dosis de la vacuna Sputnik V con un texto en el que se asegura que el Gobierno de Arce ha cometido un «robo histórico en plena pandemia” al pagar 9,80 dólares por cada dosis de la vacuna rusa en vez de los «1,78 euros» (2,16 dólares) de su «precio mundial».

La misma afirmación se encuentra en mensajes de Twitter que aseguran que la ministra belga de Presupuestos, Eva de Bleeker, es quien confirmó que la Sputnik V cuesta solo 1,78 cuando reveló los precios, en principio secretos, de las vacunas contra la covid-19 adquiridas en la UE.

Sin embargo, lo cierto es que Bolivia compró cada dosis de la Sputnik V al precio que su fabricante había estipulado para todo el mundo, mientras que el valor de 1,78 euros corresponde, según explicó la ministra belga a mediados de diciembre, a la vacuna desarrollada por la farmacéutica AstraZeneca junto a la Universidad de Oxford.

Aquí puedes leer la verificación completa.

La foto del subsecretario de Salud mexicano vacunándose para «ir de vacaciones» es antigua

La fotografía viral que muestra cómo el subsecretario de Salud de México y gestor de la pandemia en ese país, Hugo López-Gatell, recibe supuestamente la vacuna del coronavirus antes de irse de vacaciones fue sacada de contexto: la imagen data del 1 de octubre pasado y corresponde a otra campaña de inmunización.

Usuarios de Twitter y Facebook han usado la instantánea para cuestionar la moralidad del médico desde el pasado 4 de enero, cuando salieron a la luz imágenes en las que aparecía disfrutando sin mascarilla de sus vacaciones en un restaurante en la playa y en el interior de un avión con el cubrebocas en la barbilla.

«En las próximas elecciones del 6 de junio antes de votar, recuerde que Gatell se vacunó y salió corriendo de vacaciones, que mientras usted tiene su negocio cerrado, anda sufriendo por los gastos de la casa y anda buscando trabajo él anda de paseo a toda madre«, publicó un usuario en Facebook junto a la fotografía.

Sin embargo, la imagen es antigua y ha sido sacada de contexto como demuestran publicaciones en las redes sociales del propio López-Gatell y el registro en vídeo de una conferencia de prensa de octubre pasado, cuando el funcionario fue vacunado contra la influenza y no contra el coronavirus.

Aquí puedes leer la verificación concreta.

Un médico de la Policía y una militar no murieron por la vacuna rusa en Argentina

No son ciertas las informaciones que circulan en las redes sociales y aseguran que Gerardo Glucksmann, médico legista de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires, y María Daniela Domínguez, cabo primera del Ejército argentino, fallecieron luego de recibir la vacuna rusa contra el coronavirus Sputnik V.

En el caso de Glucksmann, un mensaje de Facebook afirma que su muerte fue registrada por las autoridades el pasado 31 de diciembre “después de ponerse la vacuna rusa”, lo que le provocó un “infarto agudo de miocardio y falla multiorgánica”.

Su hermano, ANDRÉS GLUCKSMANN, informó que el día anterior a la muerte (30/12/2020) se había vacunado voluntariamente con la Sputnik V y pide que no se vacunen sus colegas”, continúa el mensaje, que luego revela que “dentro de la Policía Federal llaman a no vacunarse”.

Sin embargo, se tratan de informaciones falsas desmentidas por las autoridades, que aseguraron que ninguno de los dos funcionarios había recibido la vacuna rusa contra el coronavirus al momento de su muerte.

Aquí puedes leer la verificación completa.

La vacuna de Pfizer no causó la mutación británica del virus ni provoca graves enfermedades

La vacuna de Pfizer-BioNTech contra la covid-19 no ha provocado la cepa del virus SARS-CoV-2 descubierta en el Reino Unido ni puede causar enfermedades muy graves o incluso la muerte, como afirman mensajes difundidos en redes sociales que tergiversan un documento de la agencia gubernamental estadounidense FDA.

Circulan a través de Facebook y Twitter mensajes en los que se afirma que «la nueva cepa del virus en Gran Bretaña es… la vacuna de Pfizer». Algunos de ellos acompañados de una imagen con el logotipo de la farmacéutica estadounidense y una enumeración de supuestos efectos adversos de este fármaco, entre ellos la muerte.

El listado incluido en esa imagen se atribuye a la Administración de Alimentos y Medicamentos de EEUU (FDA, por sus siglas en inglés) y enumera «posibles reacciones a la vacuna» de Pfizer, como la muerte, encefalopatías, accidentes cerebrovasculares, trombosis, abortos espontáneos, convulsiones y síndrome inflamatorio multisistémico en niños, junto a otras dolencias.

Pero la nueva variante del coronavirus identificada a mediados de diciembre tuvo su origen en septiembre, meses antes de que empezara a administrarse la vacuna de Pfizer.

El documento de la FDA citado en los mensajes no se refería a ella: Era un borrador provisional elaborado en octubre que enumeraba de forma preventiva las reacciones más graves posibles para estar preparados ante todas las vacunas.

Aquí puedes leer la verificación completa.

La política australiana sí se vacunó, el vídeo viral está manipulado

En la primera semana de diciembre ha sido compartido en las redes sociales en España un vídeo de medio minuto de duración en el que se ve cómo una mujer vestida de rojo y sentada recibe un supuesto pinchazo con una jeringuilla en el brazo izquierdo por parte de otra mujer, vestida de negro, aunque la inyección realmente no se produce porque la jeringuilla tiene el tapón puesto.

El vídeo está acompañado por mensajes de texto y por una voz en el audio en los que se indica que la mujer de rojo es la primera ministra de Australia y que trataba de simular la vacunación, sin llevarla a cabo, lo que muestra la falsedad de los políticos que hacen llamamientos a participar en las campañas de prevención sanitaria de este tipo.

«Aquí tienen a la primera ministra de Australia promoviendo la vacuna cuando ni ella misma toma la vacuna. Aquí pueden ver que la tapa de la jeringa aún sigue intacta. Les están vendiendo la vacuna, pero ni los mismos políticos la toman. Les están mintiendo. Despierten, por favor«, dice la voz en castellano superpuesta al vídeo.

Sin embargo, este vídeo en el que la primera ministra de Queensland, Annastacia Palaszczuk, se vacuna contra la gripe en abril ha sido cortado para que solo se viera un posterior posado para los fotógrafos, ya que en la filmación entera se puede ver que la inyección sí fue realizada.

Aquí puedes leer la verificación completa.

No ha muerto una enfermera en Tennessee tras vacunarse contra la covid, solo se desmayó

El vídeo y las fotografías del desmayo que padeció la enfermera Tiffany Dover en un hospital de Chattanooga (Tennessee) el 17 de diciembre mientras hacía declaraciones a periodistas tras recibir una dosis de una vacuna contra la covid han circulado en las redes sociales en los últimos días junto a mensajes que indican que la profesional sanitaria ha fallecido.

En algunos casos es únicamente compartido el vídeo, la foto o la noticia inicial del desmayo, sin más contexto o actualizaciones (123456). Otras veces añaden un comentario en contra de las vacunas, en ocasiones con tono irónico (123); apelativo, como «¿Necesitas más pruebas?«, «¿Te la pones?» o «¿Tú te vas a vacunar?«; alternativo, como «Esto no lo verás en la tele», o con etiquetas como «#YoNoMeVacuno» y «#EnDiosConfiamos«.

Un meme que ha sido muy compartido en España es el de una esquela con este texto: «Falleció el 19 de diciembre de 2020, engañada por su gobierno, los gerentes de su hospital, los medios y la farmacéutica Pfizer. La humanidad, su familia y amigos ruegan una oración por su alma. Que su sacrificio la convierta en la enfermera que salvó más vidas. No a la vacuna que mata«. La misma esquela es compartida con diferentes presentaciones (12345).

Pero no es cierto que Tiffany Dover haya fallecido a causa de la vacuna de Pfizer y BioNTech para combatir la pandemia de coronavirus, sino que padeció únicamente un leve desvanecimiento del que se recuperó inmediatamente y las publicaciones en ese sentido solo tratan de desprestigiar la vacunación.

La enfermera realizó unas declaraciones a un grupo de periodistas que estaba en el lugar para informar del inicio de la vacunación contra la covid en Tennessee, de modo que la grabación del momento puede encontrarse en las redes sociales desde varios ángulos diferentes.

Sobre la causa del desmayo, la sanitaria ofreció al canal de televisión WRCB Chattanooga una entrevista en la que explicaba con más detalle qué le había pasado: para ella son muy habituales los desvanecimientos cuando siente dolor, incluso con dolores más insignificantes que el del pinchazo de una jeringuilla, y padece de síncope vasovagal.

Aquí puedes leer la verificación completa.

Las imágenes de la primera mujer en vacunarse contra la covid-19 en Reino Unido no son de octubre

Una mujer de 90 años, Margaret Keenan, fue la primera persona en recibir la vacuna contra la covid-19 desarrollada por la farmacéutica estadounidense Pfizer y su socio alemán BioNTech. La vacunación fue realizada el 8 de diciembre en un hospital de Coventry. La filmación y las fotografías de ese momento fueron publicadas ese día en todo el mundo.

Sin embargo, en las horas siguientes, muchos usuarios en las redes sociales pusieron en duda la veracidad del acontecimiento debido a que fue muy compartida una captura de pantalla de la web de la cadena de televisión CNN en la que se puede ver el vídeo de esa vacunación con la fecha del 22 de octubre justo encima.

Algunos internautas denuncian con ironía la coincidencia de que la mujer vistiera la misma ropa el 22 de octubre y el 8 de diciembre, tanto en Twitter (12345) como en Facebook (1234567), y agregan etiquetas de los movimientos antivacunas o de los que tratan de hacer creer que la pandemia de coronavirus estaba planificada.

Otros, tanto en Twitter (1234567) como en Facebook (1234567), se centran en el aspecto de denuncia de una manipulación y comparten la imagen con comentarios sobre la supuesta demostración de una farsa.

Pero no ha existido ninguna manipulación, sino que ha circulado una imagen descontextualizada: el alojamiento de los vídeos en el interior de las noticias de archivo en la web de la CNN ha creado un malentendido, aprovechado por quienes tratan de denostar la vacunación como medio de prevención contra enfermedades contagiosas, como la covid.

Aquí puedes leer la verificación completa.

Las vacunas contra la covid-19 de ARN mensajero no producen alteraciones genéticas

Las vacunas contra la covid-19 con moléculas de ARN mensajero, entre las que se encuentran las de las farmacéuticas Pfizer y Moderna, no supondrán un riesgo de alteración genética para quienes las reciban, como alerta engañosamente un creciente número de mensajes virales.

En las últimas semanas han aumentado las advertencias contra las vacunas basadas en la utilización de moléculas de ARN mensajero (ARNm) por constituir un riesgo de modificaciones en el genoma de los individuos a los que se les inocule.

En Facebook y Twitter se ha difundido una entrevista al abogado y enfermero Luis de Miguel, quien advierte de que esas vacunas no estarían destinadas a reforzar la inmunidad sino a «modificar el genotipo o el fenotipo del ser humano«.

En otra entrevista ampliamente difundida en redes sociales, el biólogo Fernando López-Mirones también avisa de que esas vacunas podrían convertir a quienes se les aplique en seres transgénicos.

Las autoridades avalan esta tecnología

El ARNm no puede alterar el genoma de quien recibe las vacunas porque una vez generada la respuesta inmunitaria dentro del organismo la molécula se degrada, como explican las autoridades sanitarias de la Unión Europea y Estados Unidos y la Asociación Española de Vacunología.

Durante su entrevista en el portal de internet Madridmarket.es, Luis de Miguel declara que «estas vacunas no van a ser unos productos destinados a estimular la inmunidad«, sino a «modificar el fenotipo o el genotipo de los seres humanos«.

De Miguel, que es presentado como abogado -está registrado en el Censo de Letrados del Consejo General de la Abogacía con el número 4.587-, enfermero y miembro de la asociación de consumidores ACUS, se refiere al conjunto de genes de un individuo (genotipo) y a las variaciones que ha experimentado ese genotipo en función del ambiente (fenotipo).

Por su parte, en una entrevista en el programa «El mundo al rojo«, de la televisión regional madrileña DistritoTV, López-Mirones afirma que estas vacunas usan «una tecnología que tiene una gran peligrosidad«.

«El ARN mensajero se supone que después desaparece, pero se supone«, comenta este biólogo y divulgador especializado en documentales de naturaleza, quien añade: «Si estas instrucciones se perpetúan en nuestras células harían que nosotros mismos fuéramos un ser transgénico«.

Aquí puedes leer la verificación completa.

El polisorbato 80 de la vacuna contra la gripe no causa muertes por COVID-19

La presencia de polisorbato 80 en algunas vacunas contra la gripe y los neumococos no causa un incremento de muertes por COVID-19 en personas mayores de 65 años, en contra de lo que sostiene un creciente número de mensajes difundidos en redes sociales.

En las últimas semanas han proliferado en Facebook, Twitter y YouTube publicaciones en las que se afirma que la vacunación masiva contra la gripe provocará un repunte de muertes por COVID-19 porque ese componente facilita la entrada y reproducción de virus en las células del organismo humano.

Algunos comentarios aseguran que el polisorbato 80 podría ser la causa de la epidemia de coronavirus, otros denuncian incluso un «genocidio» en las residencias de mayores por el uso de las vacunas y se llega a asociar su aplicación con una compleja conspiración internacional responsable de la pandemia.

Sin embargo, no hay evidencia científica que avale la tesis de que este aditivo alimentario utilizado en fármacos provoque más muertes por COVID-19. El Ministerio de Sanidad, las asociaciones españolas de Vacunología y Pediatría y expertos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) rechazan esta teoría, alentada por un estudio de tres trabajadores del hospital de Barbastro (Huesca).

El polisorbato 80, también conocido como Tween 80 entre otras denominaciones, es un producto que se usa en alimentación, cosmética y en la elaboración de medicamentos, como algunas vacunas antigripales. Sus propiedades le permiten obtener la dispersión de líquidos que no mezclan entre sí, logrando su emulsión.

El polisorbato 80 «se considera seguro cuando se usa según las especificaciones establecidas«, añade el Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría (AEP).

El Ministerio de Sanidad explica que no hay ninguna evidencia científica de que vacunarse contra la gripe aumente el riesgo de infectarse con el virus SARS-CoV-2 o de padecer una COVID-19 de mayor gravedad. Por el contrario, investigaciones recientes indican que esta vacunación «podría asociarse con menor gravedad y menor mortalidad por COVID 19».

También la Asociación Española de Vacunología (AEV) desmiente «categóricamente» que haya asociación entre el polisorbato 80 y la infección por SARS-CoV-2«Las hipótesis y resultados de los autores contravienen los principios de la epidemiología y la metodología de la investigación», subraya esta organización en una nota hecha pública el 1 de julio.

El doctor Jaime Pérez, miembro de la junta directiva de la AEV,  se reafirma en declaraciones a EFE en que el informe «no tiene ninguna base científica» y aclara que el causante de las muertes estudiadas «no es la vacunación de la gripe», sino «la edad», asevera.

Aquí puedes leer la verificación completa.

Ninguna vacuna tiene tasa de mortalidad

Ninguna vacuna provoca la muerte y, por tanto, menos aún lleva asociada una tasa de mortalidad del 33 %, como asegura un mensaje muy difundido en redes sociales, que anima a no vacunarse contra la COVID-19 porque la tasa de mortalidad de esta enfermedad es muy inferior.

Circula en Facebook, tanto en España como en América Latina, una imagen con el siguiente texto: «¿Se pondría usted una vacuna con una tasa de mortalidad del 33 % para sentirse a salvo de un virus con una tasa de mortalidad del 0,6 %?».

Aún no hay vacunas disponibles para prevenir la COVID-19, pero ninguna de las existentes en el mundo contra todo tipo de enfermedades provoca la muerte de los vacunados. Y los estrictos procesos de control y supervisión que debe superar cualquiera de ellas impide su uso salvo que los efectos secundarios sean mínimos.

El coordinador del Área de Vacunas de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (SESPAS), José Tuells, consultado por EFE, explica que no existe tasa de mortalidad en las vacunas y destaca además que, para su fabricación, se someten a muchas medidas de control con exigentes procedimientos de seguridad.

Eso sí, producen efectos adversos, que varían en función de la vacuna y el paciente al que se le administran, si bien esos efectos «no son tantos» y la inmensa mayoría «son leves», según indica Tuells, que dirige la cátedra Balmis de Vacunología en la Universidad de Alicante.

«Las vacunas son los productos farmacológicos más seguros que existen, no hay un producto con menos efectos secundarios que una vacuna», subraya por su parte el doctor Jesús Molina Cabrillana, miembro de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene.

Además, antes de que una vacuna pueda salir al mercado, debe someterse a un gran número de pruebas y controles sanitarios, en primer lugar para garantizar que no produzca efectos adversos inadmisibles.

La elaboración de una vacuna tiene que someterse a la supervisión de organismos nacionales e internacionales y superar controles exigentes en las tres fases de su desarrollo: Seguridad y efectos biológicos (fase I), Eficacia y dosis adecuada (fase II) y Eficacia y seguridad para las condiciones de uso habituales (fase III). En esta última etapa, se somete a prueba en amplios grupos de población.

Este es el proceso que deben superar las más de 30 vacunas contra la COVID-19 que se están probando en humanos, de las que nueve ya se encuentran en las fases finales, según el registro de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Aquí puedes leer la verificación completa.

Es falso que la ONU haya admitido que una vacuna de Bill Gates causó un brote de polio

Naciones Unidas no ha admitido que la vacuna oral contra la poliomielitis, financiada entre otros donantes por la Fundación Bill y Melinda Gates, haya causado un brote de esta enfermedad en África, como se afirma en varios mensajes difundidos en redes sociales.

 El 9 de septiembre, un blog publicaba un artículo con el titular «ONU admite que la vacuna financiada por Bill Gates está causando un brote de poliomielitis en África», que fue compartido en Facebook y Twitter.

Su autor citaba una información de la agencia Associated Press (AP) del 2 de septiembre con el título «La ONU comunica un nuevo brote de polio en Sudán causado por la vacuna oral«, así como una publicación posterior del portal 21st Century Wire, en el que se aludía al empresario y filántropo Bill Gates, cofundador de Microsoft.

En realidad, no solo es falso que la ONU haya admitido que una vacuna financiada por Gates ha provocado un brote de polio en África, sino que la OMS ha explicado el que se produjo en Sudán -al igual que otro detectado en Yemen- precisamente como resultado de una insuficiente vacunación de la población local.

La OMS difundió 1 de septiembre un comunicado en el que exponía que el Ministerio de Salud de Sudán le había notificado el 9 de agosto «la detección de un poliovirus tipo 2 derivado de la vacuna circulante (cVDPV2) en el país«. En concreto, se habían detectado dos casos en niños de 4 y 3 años y había otros 11 bajo investigación.

 «La secuenciación de los virus aislados en Sudán hasta ahora refleja que están relacionados con los notificados anteriormente en el vecino Chad«, añadía la OMS, que admitía: «Hay circulación local en Sudán y una transmisión continua con Chad«.

Esa es la información que recogía correctamente la agencia AP y que fue empleada de modo falsario por varias webs para vincular el brote con la Fundación de Bill y Melinda Gates.

El problema fue la insuficiente vacunación: la propia OMS aclara en un texto explicativo que «la vacuna antipoliomielítica oral (OPV) contiene un virus vacunal atenuado«, que pueden llegar a «sufrir cambios genéticos que les confieran la capacidad de producir parálisis, creándose así los denominados poliovirus circulantes de origen vacunal (cVDPV)«.

Sin embargo, estas modificaciones se producen en casos muy raros «cuando la población está notablemente subinmunizada» y subraya que «el problema no está en la vacuna en sí misma, sino en una baja cobertura vacunal«.

«Si la población está plenamente inmunizada, estará protegida frente a los poliovirus tanto salvajes como de origen vacunal«, añade.

Además, la OMS subraya los «enormes beneficios» frente a los «los bajos riesgos» que presenta esta vacuna.

Hace tres años, la organización informaba de que, desde el 2000, se habían administrado más de 10.000 millones de dosis de esa vacuna a cerca de 3.000 millones de niños en el mundo y, gracias a ello, se habían prevenido más de 13 millones de casos de poliomielitis, de modo que la enfermedad se había reducido en un 99 %.

«Durante ese tiempo se han producido en 21 países 24 brotes de cVDPV que han ocasionado menos de 760 casos de poliomielitis de origen vacunal», agregaba.

Aquí puedes leer la verificación completa.

Las vacunas no se elaboran con tejidos de abortos, sino con células creadas en laboratorio

Las vacunas no se elaboran con tejidos fetales de abortos, como sostienen varios mensajes de las redes sociales referidos al preparado de AstraZeneca, sino que en algunos casos emplean células creadas en laboratorio con un origen humano remoto.

En los últimos días distintas publicaciones de Facebook y Twitter destacan la presencia de tejidos de un feto humano entre los componentes de la citada vacuna contra la covid-19.

Algún usuario de Facebook llega a acusar a los responsables del desarrollo de vacunas de financiar los abortos con el resultado de un «negocio redondo».

Ninguna vacuna utiliza tejidos de fetos

Los expertos en vacunología niegan con rotundidad que estos medicamentos puedan llevar tejidos de fetos humanos extraídos de un aborto y precisan, en cambio, que se usan cultivos de células obtenidos en laboratorio cuyo origen humano se encuentra en los años 60 en Suecia y el Reino Unido.

En el caso concreto de la vacuna de AstraZeneca contra la covid-19 se ha utilizado adenovirus de chimpancé que se ha probado en líneas celulares humanas, que no forman parte de los ingredientes.

Sin embargo, varios de los mensajes reproducidos en las redes sociales afirman que este fármaco lleva en sus ingredientes «tejido pulmonar» de un «feto» de «varón caucásico» de «14 semanas» que habría sido objeto de un aborto, según suelen destacar en mayúsculas.

Aquí puedes leer la verificación completa.

El coronavirus no se ha propagado a partir de vacunas de gripe contaminadas

El coronavirus no se empezó a contagiar ni se ha propagado a partir de vacunas contra la gripe «contaminadas«, como aseguraban este verano mensajes difundidos por WhatsApp, Facebook y Twitter que carecen de base científica.

Algunos de ellos aseguran que «las vacunas son las que causan las muertes» y «murieron tantas personas» porque la mayoría de los afectados por coronavirus se habían vacunado de gripe.

Especialmente viral ha sido un audio compartido por WhatsApp y replicado en YouTube y redes sociales en el que una mujer afirma que la COVID-19 no llegó de China en febrero, sino que fue inyectada con las vacunas de la gripe el pasado octubre y quedó latente durante meses en el sistema nervioso de los afectados hasta que afloró cuando sus organismos acumularon un nivel elevado de carga viral.

Según su argumentación, el coronavirus, que pudo contaminar «un 5 %» de las vacunas de la gripe inyectadas y «tiene inserciones de otros tipo de virus» como el del VIH, el SARS o el herpes, era «superagresivo» en marzo porque la carga viral acumulada desde octubre provocó «cuadros de colapso brutales«, pero, una vez que se ha transmitido «de manera natural» de persona a persona, presenta «síntomas débiles».

Pero ninguna de esas afirmaciones tiene base científica: el SARS-CoV-2 no tiene relación con el virus de la gripe, el de herpes o el VIH; el periodo de incubación de los primeros casos de coronavirus no coincide con la preparación de las vacunaciones contra la gripe; y haberse vacunado ni previene ni aumenta el riesgo de COVID-19, según expertos consultados por EFE.

«Las vacunas de la gripe son muy seguras y siguen estrictos controles de calidad y supervisión por las agencias de medicamento europea y española; no existe la más mínima sospecha seria que las relacione con la COVID«, afirma, en declaraciones a EFE, Jesús Castilla, miembro del Grupo de Trabajo de Vacunas de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE).

Aquí puedes leer la verificación completa.