Madrid, 26 feb (Sergio Hernández y Ramiro Fuente | EFE).-

¿Qué verificamos?

La pandemia es un invento para suprimir libertades ciudadanas y las vacunas son experimentos sin probar que provocan más casos positivos de covid-19, como sostiene la actriz Victoria Abril.

Conclusión

Las afirmaciones de la actriz son una sucesión de falsedades propias de los movimientos negacionistas, antivacunas y conspiranoicos que han sido desmontadas en reiteradas ocasiones por datos científicos y médicos.

Ni las vacunas son experimentos sin probar que causan más covid ni la pandemia es un invento para convertir a los ciudadanos en esclavos, como sostiene la actriz Victoria Abril en unas polémicas declaraciones que la convierten en firme defensora de teorías de la conspiración sobre el coronavirus abiertamente falsas.

La actriz ha aprovechado este jueves una rueda de prensa por haber sido galardonada con el Feroz de Honor para difundir diversas tesis negacionistas sobre el covid-19 y las vacunas frente a un «mundo amordazado» y sometido a lo que ella denomina «coronacirco».

Durante su comparecencia informativa en Alcobendas (Madrid) por el premio que le ha concedido la Asociación de Informadores Cinematográficos de España (AICE), Abril ha afirmado que las vacunas anti-covid «son unos experimentos sin probar» que se están «testando directamente» al administrárselas a seres humanos «como cobayas».

La actriz asegura que no se sabe «nada de los efectos secundarios» de las vacunas y que «no solamente no están funcionando», sino que, desde que se empezó la vacunación, «hay más casos positivos, más enfermos y más muertes», como demuestra a su juicio la evolución de la enfermedad en el Reino Unido.

Abril sostiene además que «la solución es volver a la inmunidad colectiva, como ha hecho Suecia, que no ha confinado, que no pone máscaras y ha tenido los mismos muertos que nosotros». Y niega que el virus causante de la covid-19 sea nuevo y muy peligroso, con el argumento de que «tuvimos a su hermanito en 2002» (el causante del SARS) y «no se paró el mundo (…) ni nos convertimos en esclavos».

«El año 2020 no ha tenido más muertos que el 2019, ¿dónde está la pandemia?», proclamaba asimismo, en una entrevista posterior con EFE, esta actriz madrileña, para quien todo es una «plandemia» diseñada «para confinarnos y para alienar todos nuestros derechos y libertades fundamentales».

Las vacunas superaron ensayos con decenas de miles de voluntarios

Las cifras oficiales, las investigaciones científicas y las autoridades sanitarias desmienten las afirmaciones falsas realizadas por Abril en estas polémicas declaraciones, de las que se ha desmarcado la organización de los Premios Feroz con un comunicado.

Frente a la afirmación de que se utiliza a los ciudadanos como “cobayas” y las vacunas “son unos experimentos sin probar”, la realidad es que los preparados que se inoculan cuentan con la aprobación de las agencias del medicamento de los países en los que se administran.

Estos supervisores han hecho públicos documentos sobre los controles de seguridad de los fármacos. Además, los resultados sobre los ensayos clínicos de las vacunas han sido recogidos en revistas científicas, referentes para los investigadores y las autoridades sanitarias.

En esos artículos en The New England Journal of Medicine, en los casos del preparado de Pfizer y BioNTech y de Moderna, y en The Lancet, sobre el de AstraZeneca, se explica que las vacunas han sido probadas en decenas de miles de voluntarios y que han sido bien toleradas, sin que se hayan registrado problemas de seguridad graves.

Estas pruebas contradicen también las dudas de Abril sobre los efectos secundarios de las vacunas.

Con la vacunación han descendido los casos de covid y las muertes

Tampoco es verdad que haya más casos positivos de coronavirus desde que empezaron las vacunaciones. Por el contrario, La Organización Mundial de la Salud (OMS) informaba este miércoles de que el número de casos de covid-19 en el mundo ha caído un 11 %, en lo que supone la sexta semana consecutiva de descensos, mientras que las muertes han bajado un 20 %.

La curva de contagios y fallecimientos también ha descendido en el Reino Unido, en contra de lo que también afirma Abril, como señalan datos oficiales facilitados este jueves.

Esas cifras constatan que el Reino Unido ha superado el pico de la tercera ola con un retroceso del 15,7 % en los contagios en siete días y una disminución en el número de muertes del 39,4 %.

El descenso coincide con el hecho de que ya se han inoculado 18,69 millones de dosis de una vacuna contra el coronavirus, mientras que 700.718 personas han recibido las dos inyecciones preceptivas.

De hecho, el Gobierno británico ha rebajado el nivel de alarma por la pandemia de coronavirus, desde el máximo escalón de cinco hasta el cuatro, al haber cedido la presión sobre el sistema de salud.

Suecia ha ampliado las restricciones tras el fracaso de su modelo

Respecto a los elogios a la eficacia del modelo sueco como alternativa, lo cierto es que Suecia solo aconseja actualmente el uso de mascarillas en el transporte público, pero sí aplica restricciones a la población para prevenir contagios, aunque menos duras que muchos países, y la incidencia acumulada del coronavirus en esta nación escandinava duplica la española.

Los datos registrados este miércoles 24 en Suecia mostraban una incidencia de 445 casos por 100.000 habitantes en los últimos 14 días, más del doble de los 218,6 casos que contabilizaba España. En cuanto a la tasa de mortalidad, la española era de 146,54 muertes por 100.000 habitantes y la del país escandinavo se situaba en torno a 125, unas tres veces más que Dinamarca, nueve que Finlandia y diez que Noruega.

El Gobierno sueco no ha prescindido de restricciones severas y este miércoles incluso anunció que adelantará la hora de cierre de bares y restaurantes y reducirá el aforo en tiendas y gimnasios para frenar el contagio y evitar la irrupción de una tercera ola de coronavirus.

«La situación es grave, hay un alto contagio y sigue aumentando; existe un gran riesgo de una tercera ola», advertía al anunciar las nuevas limitaciones el primer ministro sueco, Stefan Löfven, quien avisaba de que, si la situación empeora, el Ejecutivo está dispuesto a «cerrar» partes del país.

También la ministra de Educación, Anna Ekström, señalaba que, si fuese necesario, no dudará en clausurar las escuelas, aunque sea la «última» medida que tomar. Los institutos ya están cerrados.

El pasado noviembre, el Ejecutivo sueco introdujo restricciones como reducir a ocho el número de personas en reuniones públicas y aconsejar por primera vez el uso de mascarillas en el transporte público. También se ha aprobado una nueva ley epidémica temporal, que abre la posibilidad a limitar horarios y aforos en tiendas y gimnasios e incluso permite una eventual clausura.

En el inicio de la pandemia, el epidemiólogo jefe de la Agencia de Salud Pública de Suecia, Anders Tegnell, diseñó una estrategia más suave de confinamiento que la de la mayoría de países, pero en junio reconoció que estaban «muy equivocados» y que la cifra de muertos había subido «de forma dramática».

El virus del SARS no era como este y sí se contuvo con restricciones

En contra de lo que sostiene la actriz, el coronavirus causante de la covid-19, el SARS-CoV-2, no es comparable en la magnitud de su propagación y sus efectos al SARS-CoV-1 que provocó el síndrome respiratorio agudo grave (SARS por sus siglas en inglés), una epidemia surgida en China en noviembre de 2002 que provocó cerca de 800 muertes en todo el mundo.

Aquella epidemia se detectó en Hanoi en febrero de 2003, pero tuvo su primera manifestación en la provincia meridional china de Cantón en noviembre de 2002, alcanzó su foco principal en Hong Kong y se extendió con rapidez a una treintena de países de todos los continentes, hasta provocar más de 8.000 contagios y 774 muertes, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Equiparar ambos virus como «hermanitos» no responde a la realidad. La actual pandemia está provocada por un coronavirus distinto del que causó el SARS, y su propagación y la dimensión de sus efectos no es en absoluto comparable: actualmente, el número de muertes por covid-19 en el mundo ronda los 2,5 millones y el de contagios supera los 112,6 millones.

A diferencia de la covid-19, el SARS anidó profundamente solo en seis países (aunque viajó a 30), donde casos importados habían infectado al personal de salud y otros pacientes, que a su vez lo contagiaron a personas con estrecho contacto. Y fue controlado en solo ocho meses con las mismas armas de aislamientos y cuarentenas estrictas que se aplican frente a la actual pandemia.

El número de muertos en 2020 no fue menor al de años anteriores

Abril, además, se refiere a la pandemia como “plandemia”, un juego de palabras con el que los negacionistas suelen señalar que esta crisis sanitaria, económica y social responde a un plan preconcebido para manipular a la población y arrebatarle derechos con la magnificación de las consecuencias de la enfermedad o la invención de su existencia.

A ello parece aludir la protagonista de “Átame” cuando señala: “Todo esto es para confinarnos y para alienar todos nuestros derechos y libertades fundamentales”. Y lo hace después de negar que en 2020 haya habido más muertos que en 2019 y preguntar retóricamente dónde está la pandemia.

Se trata de un argumento recurrente entre quienes relativizan o directamente niegan la importancia de la epidemia a partir de datos tergiversados.

Esa manipulación se produjo a partir de la viralización de unas cifras provisionales del Índice Nacional de Defunciones (INDEF), del Ministerio de Sanidad, como ya explicó EFE Verifica en octubre.

Son datos que no se correspondían con la realidad porque faltaba por sumar muertes que sí se habían producido pero no se habían incorporado a la estadística.

Con la última actualización disponible, del 19 de febrero, el INDEF ya refleja que el número de muertes en 2020, 463.807 decesos, es notablemente superior a los 418.592 fallecimientos de 2019.

La cifra del año pasado es, asimismo, la mayor de una serie histórica que arranca en 1987.

Abril se suma al negacionismo de Bosé

Con sus controvertidas declaraciones, Abril se suma al cantante Miguel Bosé, otra figura pública del ámbito de la cultura que también ha cuestionado las informaciones existentes sobre la pandemia con afirmaciones falsas.

En junio del año pasado, Bosé acusó en Twitter tanto al empresario y filántropo estadounidense Bill Gates como a las vacunas y a la tecnología 5G de causar víctimas en todo el mundo.

Para distanciarse de las afirmaciones de Victoria Abril, la AICE ha emitido un comunicado en el que manifiesta que esta asociación y la organización de los Premios Feroz “están firmemente comprometidos” con las medidas sanitarias impulsadas por las autoridades para la lucha contra la covid-19.

La nota informativa añadía que la ceremonia de entrega de los galardones, que se celebrará el 2 de marzo, “cumplirá escrupulosamente con el protocolo de seguridad sanitaria vigente”.

Fuentes:

– Guía del “Desarrollo y aprobación de las vacunas para prevenir la covid-19”, publicada por la agencia estadounidense de Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA).

– Artículos The New England Journal of Medicine sobre la seguridad y eficacia de la vacunas de la covid-19 de Pfizer y BioNTech y Moderna.

– Investigación publicada en The Lancet sobre la seguridad y eficacia de la vacuna de AstraZeneca.

Datos mundiales actualizados sobre la covid-19. Universidad Johns Hopkins.

Estadísticas mundiales de mortalidad por covid-19. Universidad Johns Kopkins.

Índice Nacional de Defunciones (INDEF), del Ministerio de Sanidad, actualizado el 19 de febrero de 2021.

Comunicado de la Asociación de Informadores Cinematográficos de España (AICE) ante las manifestaciones de Victoria Abril.

Información de EFE Verifica “El número de muertos en España en 2020 no es menor al de años anteriores”.

– Informaciones de EFE sobre la evolución de la pandemia.