EFE I Madrid

    ¿Qué verificamos?

  Las multitudinarias manifestaciones celebradas los últimos días en Francia protestan contra la pérdida de libertades que ha supuesto la pandemia.

    Conclusión

  Falso. Las protestas van dirigidas contra el polémico proyecto de ley de seguridad global, que pretende limitar la difusión de imágenes de las fuerzas del orden. 

Las numerosas manifestaciones celebradas recientemente en Francia han sido convocadas en protesta por el proyecto de ley de seguridad global y no contra una pérdida de libertades derivada de la pandemia, como señalan falsamente algunos mensajes en redes sociales.

Varias publicaciones de Facebook y Twitter se han referido a las multitudinarias concentraciones de la semana pasada en Francia, especialmente a la que tuvo lugar el sábado en París, como una respuesta de la sociedad francesa a la pérdida de libertades que ha supuesto las restricciones motivadas por la pandemia.

Algunos de estos mensajes utilizan una fotografía de una multitud concentrada en la plaza de la República de París.

En la imagen se puede distinguir la estatua dedicada a Marianne, la personificación de la República francesa, y el estilo Haussmann del Segundo Imperio de varios edificios, como el antiguo cuartel de Vérines, en una instantánea tomada desde un balcón.

Una de esas publicaciones, reproducida parcialmente por otros internautas, señala: «París se rebela contra la perdida de libertades que nos trae esta Plandemia. DESPERTEMOS!!!!!!».

El autor acompaña ese texto y la citada imagen con las etiquetas #LosNiñosNoSeTocan, #TimoTest, #CoronaFake, #StopMascarillas, #YoSoyLaResistencia, #NoAlNuevoOrdenMundial, #vacunacionlibre, #Stop5G, #libertad, #Plandemia y #madrid.

    Una protesta contra la ley de seguridad 

El sábado 28 de noviembre se celebró en París una gran manifestación contra la polémica ley que pretende limitar en Francia la difusión de imágenes de las fuerzas del orden con la que los asistentes denunciaron un recorte de las libertades, según informó EFE entre otros medios de comunicación, tanto franceses como internacionales.

Esa protesta, la segunda multitudinaria en una semana, partió de la céntrica plaza de la República y finalizó en la de la Bastilla.

La convocatoria se había extendido también a otras localidades del país, en las conocidas como Marches des libertés (Marchas de las libertades), que reunieron en más de 70 ciudades a decenas de miles de personas.

Para el Ministerio del Interior los asistentes fueron 133.000, mientras que los organizadores estiman que llegaron a los 500.000.

Los autores de la convocatoria fueron sindicatos de periodistas, asociaciones de editores de prensa y organizaciones de derechos humanos reunidos en el comité Stop a la Ley de Seguridad Global (StopLoiSécuritéGlobale), constituido el 8 de noviembre.

Estas entidades exigen la retirada de los artículos 21, 22 y 24 del proyecto de ley de seguridad global.

La propuesta legislativa se tramita en la Asamblea Nacional a instancias de La República En Marcha (LREM) -el partido del presidente francés, Emmanuel Macron, y el primer ministro, Jean Castex- y cuenta con modificaciones del ministro del Interior, Gérald Darmanin, de la misma formación política.

Los citados artículos prevén la ampliación del acceso a las imágenes de videovigilancia, la creación de un marco legal que permita el uso de drones para la observación de posibles amenazas y la prohibición de grabar en vídeo a policías nacionales, gendarmes y militares.

    Acusaciones de racismo policial

Las manifestaciones contra el citado proyecto de ley se han sucedido en las últimas semanas y las reivindicaciones de quienes las apoyan se han intensificado tras difundirse unas imágenes de la paliza que cuatro policías dieron a Michel Zecler, un productor musical negro, tras haberle seguido hasta su estudio para sancionarle por no llevar mascarilla.

Las autoridades judiciales han imputado a los cuatro agentes y dos de ellos se encuentran en detención provisional.

Tres de los agentes, entre ellos los dos detenidos, están acusados de violencia voluntaria ejercida por un titular de la autoridad pública, declaraciones de carácter racista, falso testimonio, violación de un domicilio y degradación voluntaria de bienes privados.

Anteriormente, el desalojo forzoso de un campamento de inmigrantes en la misma plaza de la República el 23 de noviembre había exacerbado las críticas contra la Policía y el Gobierno.

Tras las protestas pacíficas del sábado 28, las movilizaciones acabaron con incidentes causados por grupos violentos minoritarios, con 98 policías y gendarmes heridos de distinta consideración.

Solo en París se efectuaron más de 40 detenciones, en una concentración que según el Ministerio del Interior congregó a 46.000 personas, aunque los convocantes elevan esa cifra hasta los 200.000 manifestantes.

Esa actuación policial volvió a verse envuelta en la polémica por las heridas causadas al fotógrafo Ameer al Halbi, colaborador de la revista Polka y de la agencia AFP.

La Fiscalía ha abierto una investigación sobre estos hechos, que han sido denunciados por Reporteros Sin Fronteras.

Con el objetivo de calmar la tensión creciente, el LREM anunció este lunes que se revisará el artículo 24 del proyecto legislativo.

En él se propone castigar con hasta un año de prisión y 45.000 euros de multa a quienes difundan imágenes o medios de identificación personal de agentes o militares en acción con la intención de atentar a su integridad física o psíquica.

    Paralelismos con la Ley Mordaza

Las noticias de estas movilizaciones y sus causas han tenido una amplia difusión en España, tanto en los medios de comunicación como en las redes sociales.

Algunos internautas han visto paralelismos entre el proyecto regulador francés y la Ley Orgánica 4/2015, de 30 de marzo, de protección de la seguridad ciudadana, la llamada «Ley Mordaza», impulsada por el primer Gobierno de Mariano Rajoy.

De hecho, varios mensajes de Twitter han utilizado la misma fotografía de la plaza de la República de París que quienes atribuyen a esa manifestación una intención contraria a las restricciones de la pandemia.

Pese a todas estas evidencias y a las imágenes de los asistentes a las movilizaciones con pancartas contrarias al citado proyecto de ley, la actuación policial o el uso de drones para la vigilancia de la ciudadanía, algunos usuarios de las redes sociales han tergiversado el sentido de las protestas.

En el intento de promover una respuesta ciudadana contraria a las restricciones motivadas por la propagación de la covid-19, varios autores de estos mensajes llaman a su audiencia a despertar y utilizan el vocabulario de los seguidores de las teorías conspirativas.

Tal es el caso de la contracción «plandemia», que sugiere que la pandemia obedece a un plan premeditado, o etiquetas relativas al abuso de menores, propias de movimientos como QAnon, un colectivo que promueve ese tipo de hipótesis falsarias.

      Fuentes:

-Informaciones de EFE sobre la tramitación del proyecto de ley de seguridad global y las manifestaciones en su contra.

-Informaciones de los medios franceses Le Monde, France24 y RTL.

-Informaciones de The New York Times y The Guardian.

-Portal de internet del comité Stop a la Ley de Seguridad Global (StopLoiSécuritéGlobale).

Boletín Oficial del Estado.

-Artículo ¿Qué es QAnon?, de EFE Verifica.