Madrid, 27 nov (Fernando Labrador I EFE).-

La letra «Q», en mayúscula, ha cobrado protagonismo en las recientes elecciones estadounidenses. Ha aparecido con frecuencia en la vestimenta y pancartas de asistentes a mítines del republicano Donald Trump para identificar a los seguidores del movimiento «QAnon», un colectivo que cree en una serie de teorías de la conspiración.

¿Cómo empezó QAnon?

Su origen son unas revelaciones misteriosas realizadas en un foro de internet en 2017 cuya única firma era esa «Q» mayúscula, a la que se une la abreviatura «Anon», que significa «anónimo», para formar el acrónimo «QAnon».

En octubre de ese año, el primero de la Administración Trump, aparecieron en el foro 4chan -un tablón de internet dedicado a la cultura anime- unos mensajes con la rúbrica «Q» en los que se alertaba de una supuesta investigación a la excandidata Hillary Clinton y a otros líderes demócratas por pedofilia y corrupción.

Quien firmaba como «Q» aseveraba poseer documentación gubernamental secreta, pero nunca ha mostrado pruebas.

La letra «Q» es la empleada en el Departamento de Energía estadounidense para los funcionarios de más alto rango que tienen acceso a la información clasificada en el máximo nivel; por ejemplo, sobre armas nucleares.

Con el seudónimo «Q» como única firma siguieron apareciendo textos crípticos que se entendían como pistas y que sus seguidores llamaron «migas«, por lo que se autoproclamaron «panaderos» encargados de recoger esos indicios para hornear respuestas a los enigmas de la actualidad.

El grupo, minoritario en sus orígenes, fue trasladando sus pesquisas de 4chan a las redes mayoritarias -Reddit, Twitter, YouTube y Facebook- hasta ganar una gran presencia este año, durante la pandemia de coronavirus y la campaña electoral estadounidense.

Los «anon» (anónimos), como se autodenominan, sostienen muchas de las teorías negacionistas de la covid y han apoyado a Trump, aunque una parte de ellos se ha distanciado del presidente porque pasó de mostrar inicialmente escepticismo sobre el coronavirus a subrayar su esperanza en las vacunas.

En la cima de los conspiranoicos

La idea que está en el génesis del movimiento QAnon es que existe una élite pedófila y corrupta incardinada en las principales instituciones de Estados Unidos, de la que forman parte líderes demócratas como los expresidentes Barack Obama y Bill Clinton, además de empresarios o artistas, como el actor Tom Hanks, e incluso el papa Francisco.

A esa suposición conspirativa germinal los «anon» han ido sumando otras cuantas de todo tipo, entre las que este año han destacado las referidas a la «plandemia«, la hipótesis de que el nuevo coronavirus fue creado en un laboratorio y la pandemia ha sido planificada por motivos económicos, genocidas o malthusianos.

Pocos límites han encontrado los «panaderos» en sus elucubraciones, aunque el misterioso Q sí marcó dos: no comparte el terraplanismo ni tampoco el bulo de que John F. Kennedy sigue vivo.

A la idea raíz de la élite pedófila se han amalgamado teorías conspirativas incipientes junto a otras ya consolidadas desde hace muchos años, en especial las referidas al antisemitismo y la xenofobia, explica la Liga Antidifamación.

De tal forma que cuando se habla de QAnon hoy día ya no se piensa en una teoría de la conspiración solo, sino en todas a la vez, desde las referidas a las vacunas o el 5G hasta las que tratan sobre el colapso de Fukushima o el liderazgo mundial de George Soros.

La divulgadora científica Abbie Richards sitúa a QAnon en la cima de la pirámide invertida de teorías conspiranoicas, junto al terraplanismo y los reptilianos, ya que considera que son las más alejadas de la realidad.

El «Pizzagate» y la novela precursora

El primer mensaje de Q en 4chan apareció el 28 de octubre de 2017 y quien recogió las primeras «migas» para difundir el bulo inicial sobre una posible extradición de Hillary Clinton fue Tracy Diaz, una seguidora del Pizzagate, otra teoría conspirativa surgida un año antes en la que también se vinculaba con la pedofilia a políticos de Washington y que concluyó en un tiroteo.

Pizzagate y QAnon coinciden en que nacieron de supuestas confidencias difundidas en 4chan, y además ambas usan códigos secretos, se obsesionan con el tráfico de menores y la pedofilia, atribuyen satánicas intenciones a una élite odiada y prometen un futuro castigo, según un análisis en Arc Digital.

Las investigaciones sobre QAnon no han hallado si los mensajes de Q los escribe una única persona o un grupo. Tampoco si existió premeditación o la improvisación empujó la bola de nieve en que se ha convertido. Ni siquiera si su principal motor fue económico -beneficios de su tráfico en internet- o si quizá fue una simple sátira que ganó autonomía luego.

La posibilidad de que todo partiera de una broma se basa en los parecidos con la novela «Q», un libro de éxito sobre conspiraciones en la Europa medieval escrito a varias manos por el colectivo de escritores italianos Proyecto Luther Blissett -que tomó el nombre de un jugador jamaicano de fútbol- en los años noventa del siglo pasado.

Algunos miembros de Luther Blissett, los escritores de Bolonia conocidos como Fundación Wu Ming, refundaron el proyecto y reivindicaron en 2018 esa similitud entre su novela «Q» y el movimiento QAnon.

De esta forma, los escritores Wu Ming alentaban la hipótesis de que el origen de QAnon fuera un troleo de grupos izquierdistas destinado a la demasiado crédula ultraderecha estadounidense, una mofa que creció y es ya inabarcable tres años después.

Algunos investigadores, como Gregory Stanton, presidente de Genocide Watch, creen que QAnon es una copia casi exacta de los «Protocolos de los sabios de Sion», un libelo ruso contra los judíos que sirvió al nazismo para justificar pogromos.

Los vínculos con Trump

Los «anon» están convencidos de que el apoyo de Trump es previo al primer mensaje de Q, ya que el presidente dijo el 5 de octubre de 2017, tres semanas antes, que se aproximaba «una tormenta».

Trump nunca ha dado un apoyo explícito al movimiento, pero al mismo tiempo siempre ha evitado contradecirlo. Este agosto en una rueda de prensa destacó que lo importante es que esos estadounidenses «aman su país» y él les «gusta mucho».

Los seguidores de QAnon se denuedan en buscar guiños implícitos de Trump. Por ejemplo, resaltan que en un mitin en Tampa (Florida) en 2018 mencionó cuatro veces en su discurso el número 17, al cuatripitir que antes de haber sido presidente había estado en Washington «unas 17 veces«. Y la Q es la decimoséptima letra del abecedario inglés.

En agosto de 2018 recibió en la Casa Blanca a uno de los principales promotores de QAnon, Lionel Lebron, quien posó junto al presidente en el Despacho Oval. Trump también ha retuiteado varias veces contenido vinculado a QAnon.

Otros políticos del Partido Republicano sí han dado soporte público claro a QAnon, entre ellos 77 candidatos en las recientes elecciones. Una de ellas ha resultado elegida como congresista por Georgia, Marjorie Taylor Greene, por lo que desde enero los «anon» tendrán una representante en el Capitolio de Washington.

De la desinformación a la violencia

QAnon no es una organización reglamentada, sino grupos de internet heterogéneos que comparten información o desinformación. Por eso es difícil calibrar cuántos bulos creen sus integrantes y cuáles tienen más impacto social y político.

Una medida de su alcance la dan reacciones en Twitter como, por ejemplo, la registrada respecto a un mensaje alentado por seguidores de QAnon que daba por hecho que 39 niños habían sido raptados en un camión en Georgia, que tuvo más de medio millón de «me gusta» pese a que era una información falsa.

El año pasado el FBI etiquetó a QAnon como potencial amenaza de terrorismo doméstico, informó en una exclusiva Yahoo News.

Varios incidentes violentos han sido vinculados a seguidores de QAnon, como un parricidio en Seattle, un asesinato en Nueva York y detenciones de personas armadas que proferían amenazas, entre ellas la de un conductor que bloqueó la presa Hoover, en Nevada, durante horas.

«La desinformación mata, esta súper comprobado, de forma inmediata o a largo plazo«, como indicó a Efe en octubre Cristina Tardáguila, directora asociada de la International Fact-Checking Network (IFCN).

El veto en las redes sociales

Facebook ha limitado el contenido relacionado con QAnon por ser similar a «un movimiento social militarizado». El veto en Facebook e Instagram a QAnon incluye las cuentas que no promueven la violencia. En agosto la empresa que dirige Mark Zuckerberg eliminó más de 790 grupos, 100 páginas y 1.500 anuncios y bloqueó el uso de más de 300 etiquetas. Los grupos clausurados tenían 200.000 miembros aproximadamente.

Twitter suspendió en julio más de 7.000 cuentas asociadas con QAnon y anunció que dejaría de promover como temas populares los relacionados con ese movimiento.

Youtube tomó medidas parecidas, por promover «contenido que ataca a individuos o grupos con teorías conspiratorias que son usadas para justificar violencia en el mundo real«.

Su impacto global

La repercusión de QAnon como catalizador de desinformaciones trasciende el ámbito esotérico estadounidense y se deja sentir en todo el mundo.

El contenido de QAnon es muy compartido también en Reino Unido, Australia, Canadá y Alemania, donde se ha enlazado con otro movimiento conspirativo y negacionista más veterano, Reichsbürger.

Varios grupos de Facebook clausurados eran en castellano y tenían por nombre el de países de Latinoamérica, con varios miles de seguidores cada uno.

La influencia de QAnon no se mide solo por sus seguidores, sino por cómo impregna con sus tácticas a formaciones políticas y sociales. Por ejemplo, las referencias a la pederastia que comenzó a incluir el partido español Vox en sus mensajes.

Fuentes:

El manual de la teoría de la conspiración, Universidad de Bristol, «The Conspiracy Theory Handbook»

Liga Antidifamación, ADL, Anti-Defamation League, «QAnon»

MIT Technology Review, 3 de agosto, «QAnon, la imparable teoría de la conspiración de la ultraderecha» 

Media Matters for America, 12 de agosto, «Lista abierta de cómo los republicanos han construido QAnon»

BBC, 3 de agosto de 2018, «La teoría de la conspiración según la cual Trump lucha contra la pedofilia y el ‘Estado profundo'»

Enciclopedia de la opinión Parlia, ¿Por qué se cree en conspiraciones?

Yahoo News, 1 de agosto de 2019, «Exclusive: FBI document warns conspiracy theories are a new domestic terrorism threat»

Comunicado de Twitter en su cuenta Twitter Safety

Cuenta en Instagram de Lionel Lebron

Entrevista con el profesor Samuel Woolley, de la Universidad de Texas en Austin, el 16 de noviembre en un foro sobre desinformación organizado por el CIDOB

The Guardian, 11 de noviembre, «El control cada vez más débil del mundo sobre la realidad»

Gráfico de teorías conspirativas creado por Abbie Richards

Arc Digital, 17 de agosto de 2018, «The Insane QAnon Conspiracy Theory Is A Big Budget Sequel To Pizzagate»

YouGov, 20 de octubre, «Half of Trump’s supporters think top Democrats are involved in child sex-trafficking»

Documental «In Search Of A Flat Earth», Dan Olson, 2020

Libro «The Secret Social Lives of Extremists», Julia Ebner, 2020

El Confidencial, 13 de septiembre, «¿Listo para el Gran Despertar? Así entré en QAnon, la secta salvaje que aterroriza a EEUU»

El Orden Mundial, 1 de octubre, «¿Qué es la teoría de la conspiración QAnon?»

Infolibre, 31 de agosto, «Conspiranoicos: el auge de la estupidez humana»

DW, 24 de septiembre, «El movimiento conspirativo QAnon se extiende en Europa»

BBC, 28 de agosto, «QAnon en América Latina»

The Guardian/Eldiario.es, 30 de agosto, «Claves de QAnon, la teoría de la conspiración que lucha contra un supuesto grupo de demócratas pedófilos y satánicos»

Política Exterior, 1 de mayo de 2019, «QAnon: la teoría más delirante sobre Trump»

Playground, 12 de marzo de 2017, «Reichsbürger: la amenaza de extrema derecha que inquieta al Estado alemán»

La Vanguardia, 22 de octubre, «El bulo de QAnon: el tráiler de los horrores que nunca existió»

EFE, 5 de diciembre de 2016, «La falsa conspiración en las redes que provocó un tiroteo en Washington»

EFE, 23 de octubre, «El bombardeo de desinformación y teorías falsas embiste al votante latino»

EFE, 20 de octubre, «Las plataformas sociales nuclearizan la política estadounidense»

EFE, 15 de octubre, «Youtube prohíbe teorías conspirativas que justifiquen la violencia, como QAnon»

EFE, 6 de octubre, «Facebook prohíbe todas las cuentas del movimiento ‘conspiranoico’ QAnon, sean violentas o no»

EFE, 17 de septiembre, «Conservadores atizan el miedo a la insurrección violenta tras las elecciones»

EFE, 19 de agosto, «Trump evita contradecir las teorías conspirativas de QAnon: ‘Les gusto mucho'»

EFE, 23 de octubre de 2018, «QAnon, la red de teorías conspirativas que respalda a Trump en sus mítines»

EFE, 24 de agosto de 2018, «Trump recibe en la Casa Blanca a teórico de la conspiración de ultraderecha»

PolitiFact, 20 de agosto, «QAnon hoax has been linked to violence. Fox News’ Greg Gutfeld falsely claimed it hasn’t»

RTVE Verifica, 23 de septiembre, «Qanon: este movimiento conspirativo también te desinforma sobre la pandemia»