EFE Madrid |
La eliminación en España de la obligatoriedad de las mascarillas en la mayoría de espacios interiores pone fin a casi dos años de presencia constante de este medio de protección frente a la covid-19 en la vida diaria de los ciudadanos, un periodo en el que las publicaciones falsas o engañosas sobre los supuestos efectos del uso de los cubrebocas protagonizaron una parte importante de la desinformación difundida en redes sociales sobre la pandemia.
Desde que entró en vigor la orden ministerial que inauguraba la obligatoriedad de las mascarillas en España, el 20 de mayo de 2020, han circulado en internet numerosas teorías disparatadas sobre ellas que, en el mejor de los casos, ponían en duda su efectividad y, en el peor, alertaban sobre todo tipo de presuntos efectos nocivos, desde inhalaciones de CO2 hasta inflamaciones de la pleura, enfermedades neurodegenerativas e incluso la muerte.
Todo ello sin olvidar consejos absurdos para mejorar su eficacia con propiedades curativas o afirmaciones falsas sobre la regulación de su uso o su precio de venta.
Tras la aprobación por el Consejo de Ministros del nuevo real decreto que suprime la obligatoriedad en la mayoría de espacios cerrados, a partir de este miércoles 20 de abril solo se exigirá mascarilla en España en los lugares donde pueda haber personas con vulnerabilidad, como centros sanitarios, farmacias o residencias de mayores, y también en todo tipo de transportes.
A la hora de volver a ponerse la mascarilla en estos lugares -y en los demás espacios cerrados sin ventilación suficiente donde resulte aconsejable porque no se puede mantener la distancia interpersonal de 1,5 metros- conviene tener clara la eficacia de esta protección frente al coronavirus y no dejarse engañar por ninguna de las afirmaciones falsas y publicaciones engañosas que se pueden encontrar aún en internet:
El Parlamento no suprimió su uso en todo tipo de interiores
El Congreso de los Diputados no eliminó la obligatoriedad del uso de las mascarillas en todos los espacios cerrados el pasado 31 de marzo, como afirmaron usuarios en redes sociales que tergiversaron el sentido de una moción parlamentaria sin valor de ley.
Numerosas publicaciones en redes afirmaron que el pleno del Congreso había suprimido esta obligatoriedad y muchos interpretaron que el apoyo mayoritario a aquella votación permitía a los españoles prescindir por completo del uso de este material de protección contra la covid-19.

En realidad, el uso de mascarillas en espacios cerrados no dejó de ser obligatorio a raíz de aquella votación, porque lo que aprobó el Congreso en ese momento fue simplemente pedir al Gobierno que eliminara esa obligatoriedad. Y las mociones en ningún caso son de obligado cumplimiento, como ocurre con las leyes.
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No causan enfermedades neurodegenerativas incurables
El uso de las mascarillas no causa daños neuronales ni enfermedades neurodegenerativas, como se compartió en redes sociales a raíz de las declaraciones de una médica alemana que ejerce en el Reino Unido y cuyas afirmaciones fueron desmontadas por expertos.
EFE Verifica recibió varias consultas en su canal de WhatsApp sobre una publicación que aseguraba que el uso de la mascarilla causa enfermedades neurodegenerativas por falta de oxígeno.
El contenido se basó en unas declaraciones de la doctora alemana Margareta Griesz-Brisson, quien en un vídeo sostuvo que las mascarillas provocan que se reinhale el aire respirado y privan al cerebro de oxígeno, lo que causa una degeneración progresiva de dicho órgano y una pérdida de células nerviosas que «nunca se volverán a regenerar».
Asimismo, Griesz-Brisson tachó de crimen el uso de las mascarillas en niños y adolescentes, ya que la falta de oxígeno que estas producen “inhibe el desarrollo del cerebro y el daño resultante no puede ser reparado”.

Sin embargo, las mascarillas no producen falta de oxígeno ni ocasionan enfermedades neurodegenerativas y tampoco afectan al desarrollo de niños y adolescentes.
El vocal de la Sociedad Española de Neurología Pablo Eguía explicó a EFE Verifica que, aunque el cerebro necesite «un suministro constante de oxígeno para funcionar» y la falta del mismo puede provocar daños en este órgano, las mascarillas no producen este efecto.
Por su parte, Juan Antonio Sanz Salanova, portavoz de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene (SEMPSPH), apuntó que en el proceso de fabricación las mascarillas son «sometidas a rigurosos test» para analizar su «respirabilidad”.
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No albergan peligrosos nanoparásitos «morgellons» que se aspiran
Es falso que las mascarillas quirúrgicas alberguen minúsculas larvas o nanoparásitos, como aseguran usuarios de redes sociales junto a vídeos que supuestamente desvelan la existencia de estas partículas vivas a las que algunos de ellos denominan «morgellons».
A través de grabaciones de escala microscópica o la que permiten los aumentos de la cámara de un teléfono móvil, circularon en YouTube, Twitter y Facebook imágenes de vídeo que muestran aparentes «partículas animadas» en forma de hebras de color oscuro moviéndose en medio de los tejidos de los barbijos.
Una de las publicaciones, que fue muy compartida en Facebook, es un vídeo argentino difundido con el título «¿Morgellons dispersados por Chemtrails?”, en referencia a unos supuestos nanoparásitos controlados a través de ondas electromagnéticas.
Lo cierto es que no hay evidencia alguna de que las fibras que se ven en las grabaciones virales correspondan a parásitos o algún tipo de organismo vivo y expertos consideraron que pueden ser fibras textiles que se mueven por factores externos.
Consultada por EFE Verifica, la iniciativa VacunAmiga de la Universidad Nacional de Colombia explicó que “estos supuestos nanoparásitos que muchas personas dicen ver en las mascarillas y en los hisopos para la recolección de pruebas PCR son en realidad pequeñas e inocuas fibras textiles”.
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No causan muertes por neumonía bacteriana
Ningún dato avala la afirmación de que las muertes por neumonía bacteriana han aumentado debido al uso prolongado de mascarillas, como indicaba un mensaje viralizado que tampoco aporta pruebas contra dicho elemento de protección, defendido por los expertos por su eficacia frente a la covid-19.
En Facebook se difundió un mensaje que señalaba: «La GENTE se está MURIENDO por ‘NEUMONÍA BACTERIANA’, producto del USO prolongado de MASCARILLAS… sus síntomas son tan iguales que el mismo bicho y los médicos lo saben, pero no dicen nada».
El texto iba acompañado de una imagen en la que se reproducen los síntomas más comunes de la neumonía bacteriana según se describen en la web en español de la organización estadounidense sin ánimo de lucro AARP, anteriormente conocida como American Association of Retired Persons (Asociación Estadounidense de Jubilados).
En realidad, ningún dato avala que se haya producido un aumento de las muertes por neumonía bacteriana como consecuencia del empleo continuado de mascarillas, cuyo uso frente a la covid-19 aporta un beneficio superior al riesgo para la salud que supone su uso incorrecto, recalcan los expertos.
La afirmación de que existe un incremento de la mortalidad por el «uso prolongado de mascarillas» puede entenderse de dos modos: que la utilización continuada de mascarillas por parte de la población durante la pandemia sea el motivo de dicho crecimiento de la mortalidad o que ese riesgo creciente se deba a la falta de renovación de este elemento protector.
Y no hay datos cuantitativos que respalden ninguno de los dos supuestos.
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ES FALSO QUE murieran niños pOR USARlas
Es falso que cuatro niños murieran en Alemania por el uso de mascarillas, como sostienen mensajes en Facebook y Twitter que difunden denuncias acerca de tres fallecimientos de los que no hay constancia y una cuarta muerte sobre la que no hay indicios que la relacionen con esa causa.
En octubre de 2020 circularon en redes sociales contenidos de texto y vídeo en los que se afirmaba que cuatro niños habían fallecido en distintos puntos de Alemania por habérseles obligado a usar mascarilla. Había quien hablaba de «maltrato infantil» e incluso de «masacre» y quien aseguraba que se sometía a los menores a un «peligro de muerte» para «ganar dinero» con las vacunas e instaurar «una dictadura».
Lo cierto es que no hay constancia alguna de la existencia de tres de las cuatro muertes denunciadas y, en el único caso de fallecimiento real, tampoco hay indicios de que se haya debido al uso de la mascarilla.
La Fiscalía y la Policía de las regiones afectadas desmintieron estas acusaciones sin pruebas, que también fueron refutadas por varios medios de comunicación alemanes, y el autor de los vídeos virales era un conocido negacionista, cuya credibilidad ya había sido cuestionada con anterioridad.
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no provocan inflamación de la pleura
Mensajes falsos compartidos en redes sociales aseguraban que se estaban registrando casos de pleuresía causados por el uso de mascarillas en empleados de supermercado, pero esta enfermedad, que consiste en una inflamación de la pleura, es una complicación rara de la covid-19 y en ningún caso está provocada por el uso del cubrebocas, según confirman expertos consultados por EFE Verifica.
El contenido que más se ha viralizado, hasta decenas de miles de veces en Facebook (en publicaciones como esta) en España, Puerto Rico o México, es la foto de una radiografía de los pulmones acompañada de un texto que relaciona la inflamación de la pleura con el uso de mascarilla.
“Se están presentando casos de pleuresía inducida por hipoxia obstructiva exterior (mascarilla), en gente empleada en Supermercados. Por ahora los están silenciando pero esperamos que esto llegue al público pronto y los juicios a quienes han obligado al uso ilegal de las mascarillas”, dicen estos mensajes.
Pero la foto que acompaña a los mensajes no tiene nada que ver con la covid-19 y tampoco es actual, como revela una búsqueda inversa de la imagen en internet.
La radiografía, de 2005, refleja “derrames pleurales bilaterales leves” en un paciente con linfoma de Hodgkin, como detalla el pie de foto de la imagen en la entrada sobre “derrame pleural” del Manual médico de la farmacéutica Merck, donde aparece publicada.
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NO causan HIPOXIA NI INTOXICACIÓN con CO2
El uso de mascarillas no produce hipoxia o déficit de oxígeno en el organismo humano, como aseguran mensajes difundidos por WhatsApp y redes sociales en los que se afirma incluso que su utilización provoca «intoxicación por inhalación del propio CO2″.
«Yo no uso bozal» es uno de los lemas más repetidos en estos mensajes, basados en una creencia que se ha expandido por países de habla hispana desde abril de 2020 y no ha dejado de difundirse en diferentes contenidos y plataformas con el objetivo de convencer a los ciudadanos de que llevar mascarilla es perjudicial para su salud.
«El uso prolongado de la mascarilla produce hipoxia» porque obliga a inhalar el dióxido de carbono (CO2) previamente exhalado y ello provoca «falta de oxígeno en sangre, mareos, malestar y mucho cansancio«. Esa es la tesis de alguno de los mensajes, que a veces suman a esos síntomas también la «pérdida de reflejos y del pensamiento consciente», así como «descomposición de la glucosa».
Y todos son argumentos falsos: Las mascarillas pueden generar sensación de ahogo, pero no hay evidencia alguna de que su uso produzca «hipoxia, acidificación del organismo o intoxicación por inhalación del propio CO2«, confirma a EFE Verifica el médico e investigador Jaime Barrio, del Consejo Científico del Colegio Oficial de Médicos de Madrid (Icomem).
Las mascarillas “no están cerradas al paso de aire”, ya que el material de la que están hechas permite que “entre el oxígeno y se elimine el dióxido de carbono”, precisa este experto.
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NO PROVOCAN INFECCIONES SI SE RENUEVAN O LAVAN
El vídeo de una farmacéutica que alertaba de que pueden crecer bacterias en las mascarillas fue compartido por quienes aseguran que es mejor no usar esta prenda para prevenir contagios., pero siguen siendo una de las barreras más eficaces frente a la COVID-19 si se utilizan correctamente.
Una analista clínica compartió en julio de 2020 en su cuenta de Instagram un vídeo en el que muestra cultivos bacterianos que han crecido en varias mascarillas después de un uso prolongado. Y, según afirma, el resultado incluye “staphylococcus, streptococcus, neiserias, bacillus que parecen ser contaminantes”.
En cambio, María del Mar Tomás, portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc) y microbióloga e investigadora del Hospital A Coruña, explica a EFE Verifica que en la literatura científica “no se han descrito estudios de incremento de infecciones bacterianas o víricas asociadas al uso correcto de mascarillas».
La Asociación de Empresas de Equipos de Protección Individual (Asepal) recuerda que deben ser respetadas las duraciones máximas de uso para cada tipo de mascarilla, según las especificaciones de cada fabricante.
“Hay que ser conscientes que las mascarillas no duran siempre ni son efectivas de por vida, desde Asepal desaconsejamos darles un segundo uso dándoles la vuelta o incumpliendo las recomendaciones explicadas”, indica la asociación en una guía básica de uso.
Las mascarillas reutilizables deben mantener su eficacia de filtrado al menos tras cinco lavados y las no reutilizables se deben desechar dentro de una bolsa en el contenedor de basura convencional tras su uso (4-6 horas si son higiénicas o quirúrgicas u 8 horas si son autofiltrantes) o si se observa que están sucias, rotas o que la persona que la lleva no respira con la misma facilidad que al principio de ponérsela.
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Una hoja de eucalipto entre dos mascarillas no fortalece los bronquios
Respirar el aroma de una hoja de eucalipto situada entre dos mascarillas no fortalece los bronquios, en contra de lo que aconsejan varios mensajes de Twitter y Facebook, que se refieren a esta práctica como un remedio casero para mejorar la salud en el contexto de la pandemia de la covid-19.
Estas publicaciones se propagaron en varios países iberoamericanos, en español y portugués, desde su aparición en México a mediados de abril de 2020.

Se trata de una más de las falsas propiedades curativas atribuidas al eucalipto o sus derivados desde el principio de la pandemia, periodo en el que han circulado mensajes sobre supuestos estudios científicos que otorgan a esta planta la capacidad de sanar la enfermedad causada por el SARS-CoV-2.
Sin embargo, la recomendación de utilizar una hoja de eucalipto para fortalecer los bronquios carece de base científica y del aval de la comunidad médica, como tampoco lo tienen su pretendido uso como remedio para hacer frente a la covid-19.
Además, la utilización del aroma de una hoja para fortalecer los bronquios es «un cuento chino« porque «no hay ninguna evidencia científica» de que el eucalipto actúe de ese modo, según manifiesta en declaraciones a EFE el neumólogo del madrileño Hospital Universitario de la Princesa Javier García.
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El Gobierno no proyectó subir su IVA del 4 al 21%
El Gobierno español no proyectaba subir el IVA de las mascarillas quirúrgicas del 4 % al 21 % a partir del pasado 1 de enero, como afirmaron mensajes engañosos difundidos en redes sociales.
Con ocasión del aumento de contagios durante diciembre de 2021, se compartieron mensajes y capturas de noticias descontextualizadas que afirmaban que el Gobierno iba a subir el 1 de enero hasta el 21 % el IVA de «las mascarillas», sin especificar su tipo.

En realidad, el Ejecutivo aprobó mantener este gravamen en el 4 % para las quirúrgicas, al menos hasta junio del presente año, mientras que a las mascarillas de mayor protección (FFP2) les mantuvo el IVA general del 21 %.
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